Saltillo, Coahuila. – Jaime llamó a la puerta en repetidas ocasiones, su hijo no respondió. Preocupado por su aislamiento y su adicción a las drogas, forzó la entrada. La casa estaba en silencio. Recorrió las habitaciones hasta llegar a la recamara principal, ahí lo vio, inerte. No tuvo el valor para descolgarlo, solo rompió en llanto y pidió ayuda.
La noche anterior al 17 de abril, el día de la tragedia, Jaime llegó a la calle Granada, en el Fraccionamiento Europa; llevaba la cena de su hijo Eduardo, pero él se negó a verlo así que se retiró y dijo que regresaría por la mañana.
Y así fue, ahora llevaba el almuerzo. Quería platicar con él de su comportamiento, ayudarlo con su adicción al “cristal” (metanfetamina) y con el tratamiento de su padecimiento esquizofrénico, pero esa charla no pudo ser, su hijo se había quitado la vida.
En un último intento por no perderlo llamó al 911, al Sistema Estatal de Emergencias, el reporte fue atendido por paramédicos de Bomberos quienes alrededor de las 9 de la mañana confirmaron lo evidente: Eduardo, de 37 años, ya no presentaba signos vitales.
El resto de la familia llegó, vieron a Jaime devastado caminado por la calle sin poder contener el llanto. Intentaron tranquilizarlo, le pidieron que se sentara pero él se negó así que lo acompañaron en su andar, en un ir y venir por la acera de enfrente, mientras las autoridades acordonaban la calle.
Para la Fiscalía General del Estado la muerte de Eduardo representa el suicidio 34 en la Región Sureste, que, en comparación al año anterior, a la misma fecha, ha tenido un incremento del 8.8 por ciento el índice de suicidios, para Jaime representa la pérdida de un ser amado, la pérdida de su hijo.
Teresita Barrientos, encargada del departamento de Psicológica del DIF Saltillo, comentó que una muerte por suicidio es bastante caótica para los familiares, ya que no logran asumir o aceptar, puesto que no se da una explicación.
Explicó que, a diferencia de otro tipo de perdidas, incluso las que se dan por accidente, el suicidio se considera una muerte de alto impacto puesto que el círculo familiar se llena de culpa e incertidumbre, es difícil de entender y no hay una causa definida a la que se le pueda atribuir.
En el Estado durante el 2019 se presentaron 266 casos de suicidio, en el 2020 se presentaron 283, 17 suicidios más; tan solo en la Región Sureste se registraron 100 suicidios durante el 2020 en donde el 90 por ciento fueron de hombres, de acuerdo con un análisis realizado por el departamento de Psicología del DIF saltillo.
La psicóloga explicó que la muerte por suicidio es mayor en hombres debido a que para éstos es más complicado gestionar las emociones por las cuestiones de masculinidad, la violencia de la que puede ser parte, los tabús para pedir ayudar o verse vulnerables ante una situación, además de la necesidad de control.
Pese a que es multifactorial, las personas que se quitan la vida pueden ser parte de estrés, ansiedad o depresión, incluso hay casos en donde se juntan estos factores, por lo que psicológicos exhortan a una cultura de salud mental.
Con esto se refieren a buscar ayuda psicológica constantemente para evitar que el número de suicidios durante este año siga en aumento, haciendo énfasis en que el suicidio se puede prevenir.
