/ lunes 9 de marzo de 2020

Yolanda Jaramillo Rodríguez, médico y ser humano extraordinario

“Tenía la obligación como médica a compartir eso y hacer algo más”.

Desde su juventud, Yolanda Jaramillo Rodríguez, presidenta de Mujeres Salvando Mujeres, siempre tuvo dos vertientes, por un lado la parte artística, el canto era y sigue siendo una de sus pasiones, por otro, tenía una necesidad constante de informarse, estudiar y entender diversas situaciones, pero sobre todo, hacer que eso ayudara a los otros.

Nacida en la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio, Durango, es la mayor de cuatro hijos, viene de una familia muy artística, donde la literatura y la conversación eran fundamentales, “mi papá nos sentaba a la hora de comer y en una sobremesa compartíamos opiniones y situaciones de la vida diaria de nuestro país”, por otro lado, también tuvieron una disciplina estricta con los estudios, era para sus padres muy importante que se dedicaran a aprender y formarse.

“Decidí estudiar medicina porque una curiosidad muy grande para mí era saber cómo funcionaba el cuerpo, cómo era cuando se enfermaba, por qué y de qué, decidí desde muy niña que quería eso”, estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila en Torreón.

“El día que pasé el examen para entrar a la facultad ha sido uno de los días más felices de mi vida, era un sueño, era algo difícil y me sentía inmensamente feliz”, contó Yolanda, que durante su primer año encontró a su compañero de vida, que ha estado a su lado más de 40 años.

A su esposo, doctor también, lo describió como un hombre que la escucha y apoya, que cuando no le salen las cosas bien sabe que ahí están sus brazos y cuando salen bien es el primero en aplaudirle, Yolanda y él se casaron al terminar su carrera universitaria, luego juntos comenzaron estudiar la especialidad en la Ciudad de México.

La especialidad es una etapa muy intensa en la medicina, “uno tiene guardias muy seguido, está todo el día en el hospital, cuando no tiene sueño tiene que estudiar y aunque tengas de todos modos tienes que estudiar”, manifestó.

Yolanda Jaramillo realizó su especialidad en anatomía patológica, cuando terminó le ofrecieron realizar una subespecialidad en Suecia pero ahí comenzó un momento importante en su vida, “tenía 28 años, me senté en la orilla de la cama y me pregunté hacía dónde voy, puedo seguir trabajando y estudiar todo el día, pero había una parte mía que quería formar una familia y llegó ese día”, decidió no viajar y querer ser mamá.

Es mamá de dos hijos, Jesús de 28 años d edad y Luis Fernando de 26 años, uno artista y otro financiero, algo sorprendente de Yolanda es que siempre trabajó hasta un día antes de dar a luz a sus dos hijos.

La familia se regresó a vivir a la ciudad de Torreón, Yolanda comenzó a trabajar en la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde estuvo durante 14 años, en el área de Anatomía Patológica y jefa de la división de investigación en Salud, y por las tardes trabajó en su consultorio privado.

Durante un tiempo, vivieron en Cambridge, Massachusetts, pues tanto ella como su esposo realizaron una especialidad en Harvard, en el Boston Children’s Hospital, “nosotros hicimos un matrimonio donde cada uno tenía que cumplir sus sueños”.

Luego recibió una beca del Imss, que consiste en que le continuaron pagando mientras estudia, y así realizó el doctorado en Arizona, siendo la primera doctora en Coahuila en obtener ese tipo de becas.

El machismo en el trabajo

De los momentos donde se hizo presente el machismo en su trabajó mencionó que en su llegada a la clínica 71 del Imss, aun estando embarazada, le tocó ser la jefa de cuatro hombres que eran más grandes que ella en la patología, “su machismo hizo que en ese tiempo dos se fueran de vacaciones, uno se declaró enfermó y no fue un mes y otro no fue, yo me quedé sola con la tarea de tos y lo logré”.

Al ser la única mujer y su jefa, fue como su revancha, pero Yolanda pudo con su trabajo, “regresaron mansos porque no me pasó nada, pero fue algo que no me gustó”, manifestó.

Respecto a los roles de género, para ella nunca existió la diferencia entre las tareas o trabajos de hombres y mujeres, “yo podía ayudarle a mi papá a cambiar unas luces, a arreglar una cosa de la cocina o pintar las paredes y mi mamá me ponía a limpiar los frijoles o hacer un guisado, nunca sentí que ser mujer fuera diferente”.

Así nace Mujeres Salvando Mujeres

Cuando Yolanda tenía 19 años, una tía, considerada como una hermana mayor para ella, con tan solo 30 años fue diagnosticada con cáncer de mama, “le realizaron una biopsia que no estuvo bien hecha y le dijeron que no tenía nada, a los tres meses se le hizo una mega bola”.

Estaba ella en un evento donde iba a cantar cuando su mamá le habló para decirle que, a su tía le habían quitado el pecho, “yo lloré todo el día, me acuerdo que no podía ni abrir los ojos, pero tenía que cantar, y precisamente yo era la solista en una canción que se llamaba’ Cuando ya no estés aquí’, fue una manera de honrarla.

Fue un calvario terrible, pues contó que los efectos secundarios de las quimioterapias eran muy dolorosos y difíciles en aquel tiempo, “uno ya no sabía si querían que la trataran o no”, ella murió a los 33 años.

Durante su trabajó le tocó diagnosticar cáncer de mama, siempre recordando a su tía en cada uno de ellos, en la Comarca Lagunera se dio cuenta que cada vez había más y más casos, sobre todo en mujeres jóvenes, por lo que trabajo en cómo dar la noticia, dando la verdad y explicando sobre la enfermedad.

Ante dicha situación comenzó su inquietud en crear un espacio donde se especializara en donde las mujeres entendieran la enfermedad, encontrarán a otras mujeres que pasaron por lo mismo para compartir tips y sentir apoyo.

“Yo sabía que había mucho cáncer, que eran mujeres jóvenes, que cada vez llegaban tarde, sabía que se morían, pero si no lo decía no lo sabrían los demás, tenía la obligación como médica a compartir eso y hacer algo más”.

Los hospitales tienen sus oncólogos, el área de radioterapia y quimio terapia, pero faltaba quien informará sobre el problema de salud en las mujeres, que debe haber cuidados y para quienes tienen la enfermedad un refugió, y por dichas razones nació Mujeres Salvando Mujeres.

En la asociación se creó una hermandad donde las mujeres se van transformando y a reírse, a tener esperanza, fuerza y algunas “hasta dicen que bueno que tuve cáncer, ahora soy mejor que antes y cuando veo esa transformación es cuando siento gratificación”.

Dato Extra

La asociación Mujeres Salvando Mujeres durante el 2019 realizó:

Entregas de 56 prótesis

Donó 53 prótesis mamarias y mangas

39 Mastografías

20 Ultrasonidos

5 Cirugías, biopsias y cirugías para Cáncer temprano, que incluye pago de honorarios médicos, hospital e insumos

Desde su juventud, Yolanda Jaramillo Rodríguez, presidenta de Mujeres Salvando Mujeres, siempre tuvo dos vertientes, por un lado la parte artística, el canto era y sigue siendo una de sus pasiones, por otro, tenía una necesidad constante de informarse, estudiar y entender diversas situaciones, pero sobre todo, hacer que eso ayudara a los otros.

Nacida en la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio, Durango, es la mayor de cuatro hijos, viene de una familia muy artística, donde la literatura y la conversación eran fundamentales, “mi papá nos sentaba a la hora de comer y en una sobremesa compartíamos opiniones y situaciones de la vida diaria de nuestro país”, por otro lado, también tuvieron una disciplina estricta con los estudios, era para sus padres muy importante que se dedicaran a aprender y formarse.

“Decidí estudiar medicina porque una curiosidad muy grande para mí era saber cómo funcionaba el cuerpo, cómo era cuando se enfermaba, por qué y de qué, decidí desde muy niña que quería eso”, estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila en Torreón.

“El día que pasé el examen para entrar a la facultad ha sido uno de los días más felices de mi vida, era un sueño, era algo difícil y me sentía inmensamente feliz”, contó Yolanda, que durante su primer año encontró a su compañero de vida, que ha estado a su lado más de 40 años.

A su esposo, doctor también, lo describió como un hombre que la escucha y apoya, que cuando no le salen las cosas bien sabe que ahí están sus brazos y cuando salen bien es el primero en aplaudirle, Yolanda y él se casaron al terminar su carrera universitaria, luego juntos comenzaron estudiar la especialidad en la Ciudad de México.

La especialidad es una etapa muy intensa en la medicina, “uno tiene guardias muy seguido, está todo el día en el hospital, cuando no tiene sueño tiene que estudiar y aunque tengas de todos modos tienes que estudiar”, manifestó.

Yolanda Jaramillo realizó su especialidad en anatomía patológica, cuando terminó le ofrecieron realizar una subespecialidad en Suecia pero ahí comenzó un momento importante en su vida, “tenía 28 años, me senté en la orilla de la cama y me pregunté hacía dónde voy, puedo seguir trabajando y estudiar todo el día, pero había una parte mía que quería formar una familia y llegó ese día”, decidió no viajar y querer ser mamá.

Es mamá de dos hijos, Jesús de 28 años d edad y Luis Fernando de 26 años, uno artista y otro financiero, algo sorprendente de Yolanda es que siempre trabajó hasta un día antes de dar a luz a sus dos hijos.

La familia se regresó a vivir a la ciudad de Torreón, Yolanda comenzó a trabajar en la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde estuvo durante 14 años, en el área de Anatomía Patológica y jefa de la división de investigación en Salud, y por las tardes trabajó en su consultorio privado.

Durante un tiempo, vivieron en Cambridge, Massachusetts, pues tanto ella como su esposo realizaron una especialidad en Harvard, en el Boston Children’s Hospital, “nosotros hicimos un matrimonio donde cada uno tenía que cumplir sus sueños”.

Luego recibió una beca del Imss, que consiste en que le continuaron pagando mientras estudia, y así realizó el doctorado en Arizona, siendo la primera doctora en Coahuila en obtener ese tipo de becas.

El machismo en el trabajo

De los momentos donde se hizo presente el machismo en su trabajó mencionó que en su llegada a la clínica 71 del Imss, aun estando embarazada, le tocó ser la jefa de cuatro hombres que eran más grandes que ella en la patología, “su machismo hizo que en ese tiempo dos se fueran de vacaciones, uno se declaró enfermó y no fue un mes y otro no fue, yo me quedé sola con la tarea de tos y lo logré”.

Al ser la única mujer y su jefa, fue como su revancha, pero Yolanda pudo con su trabajo, “regresaron mansos porque no me pasó nada, pero fue algo que no me gustó”, manifestó.

Respecto a los roles de género, para ella nunca existió la diferencia entre las tareas o trabajos de hombres y mujeres, “yo podía ayudarle a mi papá a cambiar unas luces, a arreglar una cosa de la cocina o pintar las paredes y mi mamá me ponía a limpiar los frijoles o hacer un guisado, nunca sentí que ser mujer fuera diferente”.

Así nace Mujeres Salvando Mujeres

Cuando Yolanda tenía 19 años, una tía, considerada como una hermana mayor para ella, con tan solo 30 años fue diagnosticada con cáncer de mama, “le realizaron una biopsia que no estuvo bien hecha y le dijeron que no tenía nada, a los tres meses se le hizo una mega bola”.

Estaba ella en un evento donde iba a cantar cuando su mamá le habló para decirle que, a su tía le habían quitado el pecho, “yo lloré todo el día, me acuerdo que no podía ni abrir los ojos, pero tenía que cantar, y precisamente yo era la solista en una canción que se llamaba’ Cuando ya no estés aquí’, fue una manera de honrarla.

Fue un calvario terrible, pues contó que los efectos secundarios de las quimioterapias eran muy dolorosos y difíciles en aquel tiempo, “uno ya no sabía si querían que la trataran o no”, ella murió a los 33 años.

Durante su trabajó le tocó diagnosticar cáncer de mama, siempre recordando a su tía en cada uno de ellos, en la Comarca Lagunera se dio cuenta que cada vez había más y más casos, sobre todo en mujeres jóvenes, por lo que trabajo en cómo dar la noticia, dando la verdad y explicando sobre la enfermedad.

Ante dicha situación comenzó su inquietud en crear un espacio donde se especializara en donde las mujeres entendieran la enfermedad, encontrarán a otras mujeres que pasaron por lo mismo para compartir tips y sentir apoyo.

“Yo sabía que había mucho cáncer, que eran mujeres jóvenes, que cada vez llegaban tarde, sabía que se morían, pero si no lo decía no lo sabrían los demás, tenía la obligación como médica a compartir eso y hacer algo más”.

Los hospitales tienen sus oncólogos, el área de radioterapia y quimio terapia, pero faltaba quien informará sobre el problema de salud en las mujeres, que debe haber cuidados y para quienes tienen la enfermedad un refugió, y por dichas razones nació Mujeres Salvando Mujeres.

En la asociación se creó una hermandad donde las mujeres se van transformando y a reírse, a tener esperanza, fuerza y algunas “hasta dicen que bueno que tuve cáncer, ahora soy mejor que antes y cuando veo esa transformación es cuando siento gratificación”.

Dato Extra

La asociación Mujeres Salvando Mujeres durante el 2019 realizó:

Entregas de 56 prótesis

Donó 53 prótesis mamarias y mangas

39 Mastografías

20 Ultrasonidos

5 Cirugías, biopsias y cirugías para Cáncer temprano, que incluye pago de honorarios médicos, hospital e insumos

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