Torreón, Coah.- En opinión del conocido ambientalista Francisco Valdez Perezgasga, al no existir un parámetro de medición que permita constatar la muy mala calidad del aire que se respira en Torreón y en la zona metropolitana lagunera en general, se podría decir que los habitantes de esta región del país vive en la ficción, con la falsa idea de que están al margen de problemas ambientales como los que en los últimos días han hecho crisis en la ciudad de México.
Lo que sucede, plantea el representante de la asociación “En Defensa del Ambiente”, es que se cuenta aquí con normas y protocolos oficiales “pasalones”, o por lo menos considerados como laxos, de manera tal que no se atienden los lineamientos y exigencias internacionales avaladas a nivel internacional por la Organización Mundial de la Salud y ni siquiera las que ya han sido recogidas en el ámbito nacional a través de Normas Oficiales Mexicana (NOM).
A manera de ejemplo, refiere que hay una NOM vigente desde hace por lo menos dos años, que determina que todas las poblaciones mexicanas con 500 mil o más habitantes deben de contar con una red de monitoreo ambiental, obligación que en el caso de Torreón y las ciudades vecinas está aún muy lejos de poder cumplirse debido a la falta de decisión o de voluntad de las autoridades competentes.
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De acuerdo con Valdez Pérezgasga, es así como al no contar con una red que mida y registre la calidad del aire, torreonenses y laguneros viven con la idea de que los problemas de contaminación existentes no son tan graves, y ciertamente tal vez no sean tan críticos como los que se viven ahora en la llamada megalópolis, pero si lo suficiente como para representar un riesgo para la salud de la población, por lo que sí ameritan la instrumentación de medidas correspondientes a una contingencia.
De hecho, tiene claro que parte de esas medidas necesariamente tendrían que incluir algún programa similar al de “Hoy no circula”, orientado a reducir la cantidad de vehículos que diariamente circulan por esta ciudad y que están considerados como una de las principales fuentes de contaminación.
Igualmente se tendría que difundir recomendaciones para al menos atenuar los riesgos para la salud que puede representar la mala calidad del aire, y divulgar continuamente información a la población sobre los riesgos que implica realizar actividades a la intemperie en ciertos horarios y en determinados sectores de la región.
