Torreón, Coahuila.- Al final de la actual administración pública, el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) quedará como un organismo sólido tanto en el aspecto financiero como en sus operaciones técnicas, asegura su gerente general Juan José Gómez Hernández, quien destaca que una de las fortalezas lo es el hecho de que en el transcurso de los últimos años logró obtener utilidades netas por un monto cercano a los 330 millones de pesos, la mayoría de los cuales se invirtieron en obras y acciones orientadas a mejorar los servicios que brinda a la población.
Habló asimismo de que el Sistema se entregará a la siguiente administración con un pasivo manejable, similar al que se recibió hace cuatro años, de entre 150 y 170 millones de pesos.
En ese sentido, hizo notar que en la pasada administración hubo conceptos que no se registraron como pasivo a pesar de que si eran parte del mismo, como ocurrió con los 225 millones de pesos que se adeudaban a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por incumplir con el pago de derechos de extracción y una serie de multas relacionadas con lo mismo.
Por fortuna, dijo, tal asunto finalmente pudo finiquitarse de manera reciente a través de una negociación exitosa con la institución federal, lo que en lo sucesivo le dará al SIMAS la posibilidad de participar en programas para la realización de obras de infraestructura de los que estuvo relegado todo este tiempo.
De acuerdo con Gómez Hernández, sin la solidez financiera que ha mantenido el Sistema no hubiera sido posible realizar inversiones por alrededor de 300 millones de pesos, entre estas las relacionadas con la reposición de 92 mil metros lineales de colectores de drenaje con tuberías de diferentes calibres y el cambio de 24 mil metros de redes de agua potable. Además, se han recuperado 18 litros de agua por segundo mediante la reparación masiva de fugas y se instalaron 80 mil nuevos medidores domiciliarios, entre otras cosas.
También, agregó, se renovó todo el parque vehicular, con lo que la antigüedad promedio de las unidades de trabajo del SIMAS se redujo de 14 a siete años, y se adquirió nuevo equipo para la toma de lecturas, todo lo cual no hubiera sido posible sin el margen de utilidades que pudo alcanzarse.
