Será hasta el próximo viernes 31 de enero, una vez que se aclaren dudas relacionadas con planteamientos que se han advertido como no aceptables, cuando el Gobierno de Coahuila tome una decisión definitiva respecto a firmar o no la adhesión de la entidad par su participación en la operación a nivel estatal del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), declaró el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís.
“Ahorita todavía estamos nosotros tratando y estamos rebotando algunas de las cosas que no nos son aceptables dentro del sistema de salud de nuestra entidad, para ver si es conveniente o no participar”, dijo el mandatario.
Habló en ese sentido de que en una de las inquietudes se está haciendo una revisión para ver si es posible que la participación de Coahuila en el INSABI no implique la obligada cesión, a favor de la federación, de la infraestructura estatal de salud, mientras que por otra parte se le apuesta a que el gobierno federal se haga cargo de absolutamente todos los puestos de trabajo que por alguna razón no se “basificaron” oportunamente dentro de lo que fue el Seguro Popular, y actualmente corren por cuenta del erario estatal.
De acuerdo con el gobernador, ambos temas tienen un impacto económico relevante para la administración estatal, de ahí que se busque resolverlos en el transcurso d los siguientes días.
Sólo por lo que se refiere a la intención de que se entregue la infraestructura estatal de servicios de salud, advirtió que no ha quedado claro hasta ahora quien se haría cargo del mantenimiento de la misma, en el entendido de que independiente de ello, ante eventuales fallas o deficiencias “los reclamos serían para el Estado de Coahuila, así que son cosas que se tienen qué especificar”.