Tras reconocer que cuando las aguas residuales cambian de dirección provocan turbulencia y gases, lo que hace que ciertos sectores en momentos huelan mal, el gerente técnico del Simas Torreón, Raymundo Rodríguez de la Torre, dijo que este fenómeno no es privativo de esta ciudad y que comparado con otras metrópolis están bien, pues se tiene un control ambiental.
Hoy en día, Torreón cuenta con 29 cárcamos distribuidos entre las más de 450 colonias y comunidades ejidales que movilizan un promedio de mil 300 litros por segundo de aguas negras que van a parar hasta la planta tratadora de aguas residuales ubicada en el ejido Rancho Alegre, la cual tiene una capacidad para recibir hasta mil 900 litros por segundo.
"Comparados con otras ciudades o metrópolis, estamos bien, tenemos un control en la conducción de estas aguas y es evidente que donde se tenga un cárcamo en ciertos momentos tendremos malos olores", reitero Rodríguez de la Torre.
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En el caso de la colonia Sol de Oriente, ahí el Simas Rural opera una planta tratadora y por ello los fuertes olores que se han venido denunciando.
“Torreón no huele tal mal y eso lo podemos comparar con otras ciudades”, precisó.
Cabe destacar que el monitoreo ambiental lo realiza el área de Ecología.
