/ jueves 9 de abril de 2020

Médicos y enfermeras se vuelven más reconocidos que los futbolistas

Reflexiona Director del Hospital General sobre la pandemia Covid-19

Torreón, Coahuila.- Pareciera que era necesaria una pandemia como la del Covid-19 para que realmente se valorara la labor de los médicos y enfermeras.

Ahora, cada día, empresas y distintas organizaciones expresan su reconocimiento al personal de salud, les aplauden, dedican mensajes de aliento y agradecimiento, además de llevarles comida hasta sus lugares de trabajo.

Y es que son estos profesionistas quienes están arriesgando su vida para salvar a los demás, los que redoblan esfuerzos para atender y salvar a los infectados, pues en sus manos está el futuro de la sociedad en general.

Es por eso que el director del Hospital General de Torreón, Francisco Javier Dorantes Monsiváis, hizo una reflexión sobre cómo la población ahora está volteando los trabajadores de este sector.

En ella mencionó que el mundo se llenó de la promesa de un apocalipsis viral, en donde las fronteras que se defendieron con guerras se quebraron con gotas de saliva.

También comentó que las potencias que se sentían infalibles vieron cómo se puede caer ante un beso y un abrazo.

“Las enfermeras y médicos se volvieron más indispensables que un futbolista y un hospital se hizo más urgente que un misil”.

Así es como se expresó sobre la crisis sanitaria que a la fecha lleva más de un millón 400 mil contagios y más de 82 mil muertes.

“Con tres gotitas de saliva en el aire la sociedad se puso a valorar la ciencia por encima de todo y se dio cuenta que la vida siempre fue primero, que las otras cosas sólo son accesorios”, comentó.

“De repente nos comenzamos a preocupar por el otro, necesitamos que se mantenga seguro, necesitamos que no se enferme y junto a una paranoia hervida de desinfectante nos damos cuenta que ´si yo tengo agua y el de más allá no, mi vida está en riesgo y sólo nos queda una alternativa: ser mejores juntos”, agregó.

Externó que si todo sale bien, las miradas serán el nuevo saludo y los besos serán solo para personas a las que realmente se quiere.

Finalmente, llamó al análisis de toda la situación, pues puede que de la contingencia se aprenda a ser mejores humanos.

Torreón, Coahuila.- Pareciera que era necesaria una pandemia como la del Covid-19 para que realmente se valorara la labor de los médicos y enfermeras.

Ahora, cada día, empresas y distintas organizaciones expresan su reconocimiento al personal de salud, les aplauden, dedican mensajes de aliento y agradecimiento, además de llevarles comida hasta sus lugares de trabajo.

Y es que son estos profesionistas quienes están arriesgando su vida para salvar a los demás, los que redoblan esfuerzos para atender y salvar a los infectados, pues en sus manos está el futuro de la sociedad en general.

Es por eso que el director del Hospital General de Torreón, Francisco Javier Dorantes Monsiváis, hizo una reflexión sobre cómo la población ahora está volteando los trabajadores de este sector.

En ella mencionó que el mundo se llenó de la promesa de un apocalipsis viral, en donde las fronteras que se defendieron con guerras se quebraron con gotas de saliva.

También comentó que las potencias que se sentían infalibles vieron cómo se puede caer ante un beso y un abrazo.

“Las enfermeras y médicos se volvieron más indispensables que un futbolista y un hospital se hizo más urgente que un misil”.

Así es como se expresó sobre la crisis sanitaria que a la fecha lleva más de un millón 400 mil contagios y más de 82 mil muertes.

“Con tres gotitas de saliva en el aire la sociedad se puso a valorar la ciencia por encima de todo y se dio cuenta que la vida siempre fue primero, que las otras cosas sólo son accesorios”, comentó.

“De repente nos comenzamos a preocupar por el otro, necesitamos que se mantenga seguro, necesitamos que no se enferme y junto a una paranoia hervida de desinfectante nos damos cuenta que ´si yo tengo agua y el de más allá no, mi vida está en riesgo y sólo nos queda una alternativa: ser mejores juntos”, agregó.

Externó que si todo sale bien, las miradas serán el nuevo saludo y los besos serán solo para personas a las que realmente se quiere.

Finalmente, llamó al análisis de toda la situación, pues puede que de la contingencia se aprenda a ser mejores humanos.

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