Torreón, Coah. - El alcalde Jorge Zermeño Infante prefirió no responder a los señalamientos que en su contra hizo la diputada local por Morena, Elisa Catalina Villalobos, al referirse a él como “cerdo machista” mientras proponía en tribuna un punto de acuerdo que al final fue aprobado por mayoría para solicitar la destitución de su director de Tránsito, Pedro Luis Bernal Espinoza, quien enfrenta acusaciones relacionadas con un supuesto caso de acoso sexual; y confirmó que el funcionario continúa vigente en el desempeño de sus funciones para desmentir así rumores en el sentido de que ya había sido dado de baja.
“No tengo ninguna opinión, y menos en la forma tan majadera y vulgar en la que se expresa; no conozco a la señora, no sé que haya hecho, no sé de qué distrito es, no sé si la conocen a ella sus votantes”, dijo inicialmente el edil al ser cuestionado sobre el asunto.
En tanto, dijo desconocer el avance del proceso que se le sigue a Bernal tanto en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila a partir de una queja formal y en la Fiscalía General del Estado luego de una denuncia formal presentada por la agente de vialidad que sostiene haber sido agraviada por el funcionario.
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Lamentó que ya haya quienes parecen haber juzgado y condenado a Pedro Luis, a pesar de que en México existe en la constitución un fórmula que da a todos la presunción de inocencia, de manera que habrá que esperar a ver si todo lo que se ha dicho corresponde o no a la verdad, y eso lo tendrá que decidir un juez.
Zermeño Infante hizo notar que quien acusa a Bernal Espinoza es una elemento con malos antecedentes, que en 17 años que lleva trabajando se le han levantado varias actas administrativas por corrupción, y que incluso llegó a quedar fuera de la corporación cuando fue a desempeñarse como policía para luego retornar como agente de tránsito.
Finalmente, el alcalde avaló como efectivo el trabajo del titular de Tránsito, a pesar de lo difícil y complicado que es manejar una corporación como esta en la que son muchas las quejas ciudadanas que se generan por presuntos casos de corrupción, en donde se señala a agentes de vialidad supuestamente involucrados en la práctica de la “mordida”, y donde el director se puede ganar enemigos cuando se ve en la necesidad de sancionar elementos o simplemente al cambiarlos de lugar de trabajo, solicitarles su motocicleta o dejarlos sin patrulla.