/ lunes 13 de julio de 2020

‘La Ofrenda’ se reinventa ante la pandemia

Durante dos meses vendió muñecas “Lele” en apoyo a artesanas del sur de México y conservó las fuentes de empleo

Torreón, Coahuila.- “La Ofrenda Concept, Store y Café”, un restaurante 100 por ciento mexicano y único en su tipo en la localidad, sobrevivió al embate del confinamiento social, dándole un giro a su actividad para no cerrar sus puertas mediante las ventas vía internet y la entrega a domicilio.

“En estos tiempos uno se tiene que reinventar, nosotros no nos veíamos cerrando después de esta contingencia, tenemos que seguir trabajando y encontramos el modo a través de las ventas en línea”, fueron las palabras de su fundadora, Marina Gutiérrez, quien con orgullo da testimonio de cómo tuvieron que diversificar sus servicios para que el negocio familiar no desapareciera; esto es, a través de las ventas de artesanías mexicanas.

“No es la primera vez que nos pasa algo así, nosotros empezamos nuestro negocio en plena inseguridad, acabamos de cumplir ocho años, empezamos rentando el espacio en el centro de la ciudad cuando nadie apostaba en venir, y nosotros fuimos precursores, desde el 2012 empezamos a trabajar en algo que era muy difícil, que es el concepto mexicano, la venta de artesanías; la ropa mexicana todavía la gente no lo aceptaba muy bien, no estaba ‘de moda’”, citó.

Con una atmósfera tradicional, con cactáceas típicas de la región, Marina Gutiérrez da la bienvenida a los comensales y a esta nueva realidad en la cual está dispuesta a correr el riesgo aglutinados en el amor por hacer lo que más les gusta.

Es un lugar lleno de color y vida, con muebles vintage cobijados bajo un concepto original. Cabe aclarar que inicialmente este proyecto comenzó por vender joyería de artesanía y café; esto último, no se imaginaron sus propietarios el papel que jugaría para consolidar el proyecto familiar.

Marina Gutiérrez, quien además de fundadora es la administradora del establecimiento, narró cómo ha sido este peregrinar de ser emprendedores, al sostener prácticamente a más de 10 familias con su fuente laboral intacta, sin rebajar un solo centavo, respetando la ideología que desde un inicio marcaron: Disfrutar y amar lo que se hace en la cocina de “La Ofrenda”.

“‘La Ofrenda’ son varias cosas englobadas en una, una es la parte el restaurante y la otra es la promoción de las artesanías y diseño mexicano; en este tiempo de la contingencia que tuvimos cerrado el restaurante, le apostamos todavía más fuerte a apoyar el asunto de las artesanías, que de hecho muchos de los artesanos con los que yo he trabajado durante años, me hablaban y me preguntaban si íbamos a poder seguir comprando y que qué íbamos a hacer porque estaban necesitados de vender sus productos”, recordó.

EN QUÉ CONSISTIÓ “TRENZANDO ESPERANZAS”

“Empezamos a sacar diferentes iniciativas, una fue la de las muñequitas ‘Lele’, que son unas muñequitas de Querétaro, pudimos comprar más y lo que hacíamos era que las vendíamos con servicio a domicilio y básicamente se cumplía con el propósito, tanto de ayudar a las comunidades otomíes y el hecho de que ‘La Ofrenda’ siguiera adelante.

“Tuvimos que hacer como esa reestructura y nos apoyamos mucho en las redes sociales, como todo mundo estaba volcado viendo las redes, eso nos ayudó a incrementar las ventas, hicimos una página de internet que antes no teníamos y por ahí seguimos dándole difusión a esa faceta del restaurante”. En su página de internet laofrendamexico.com, los clientes podrán encontrar información general de la venta de artesanías, “nuestra historia y el concepto que nosotros manejamos desde ya ocho años”.

“Tenemos juguetes tradicionales mexicanos como son trompos, yoyos, muñecas, tenemos lo que es decoración de hogar, que básicamente son corazones de barro, de hojalata, de lámina, corazones de barro negro de Oaxaca, tengo joyería, tanto artesanal como de plata, tenemos también bisutería, textil, ropa, bolsos; cubrimos todas estas áreas, además de accesorios de diseñadores emergentes”, detalló.

Del 100 por ciento de las ventas, 70 por ciento se le atribuye a la venta de comida a domicilio o algunos servicios particulares de bufete y el 30 por ciento fueron ventas que se concretaron vía redes sociales y página web de la tienda de artesanías.

Respecto al proyecto de “Trenzando Esperanzas”, cada muñeca “Lele” tiene un precio de entre 165 y 235 pesos, dependiendo del tamaño, “incluye el servicio a domicilio y el empaquetado para que lleve una presentación adecuada y del gusto del cliente. Estuvimos moviendo cerca de 200 muñecas en un período de dos meses y la iniciativa ‘Trenzando Esperanzas’ la iniciamos dos semanas después de que cerramos (el restaurante)”.

Ante la crisis financiera que enfrentan los pequeños negocios en la región, “yo les diría que no se desanimen, siempre hay otra oportunidad, siempre hay algo qué hacer, siempre hay cómo reinventarse, esto continúa, no se detiene, es algo que va estar entre nosotros un buen rato (Covid-19), tenemos que aprender a vivir con esto y a seguir echándole ganas, hemos pasado otras cruces iguales de difíciles y debe ser una situación más a seguir avanzando”.

SUPO REINVENTARSE EN PLENA PANDEMIA

“La Ofrenda” no fue parte de la estadística de los más de 37 mil empleos directos que se perdieron, esto de acuerdo a datos proporcionados por la Secretaría del Trabajo del Gobierno del Estado de Coahuila al mes de junio, tan solo del mes de abril, 22 mil coahuilenses se quedaron sin fuente de trabajo formal, también, de acuerdo a información vertida por el IMSS; sino que fue de los micro y pequeños comercios que mantuvo a toda su plantilla laboral.

En lo que se refiere a los establecimientos del giro restaurantero o de comida, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Delegación Laguna, (CANIRAC), informó que cuentan con un padrón de 222 restaurantes agremiados y sólo se tiene reportado el cierre oficial uno solo establecimiento y alrededor de 10 restaurantes cerrados por el Covid-19.

Actualmente, en Torreón, aunque no existe un padrón de artesanos o talleristas de manufactura artesanal, Rosario Pedraza, quien encabeza el proyecto “Moorelear AC”, dio a conocer que existen 30 artesanos, de los cuales, por semana tienen ingresos de 2 mil pesos aproximadamente. Al mes, ganan 8 mil pesos; en total, entre los 30 artesanos que al me nos tienen registrados en este movimiento cultural en el primer cuadro de la ciudad asciende a 240 mil pesos al mes.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, dicho sector provee del 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, (PIB), mismo que se traduce en 450 mil millones de pesos. En total, se puede hablar de por lo menos más de un millón de artesanos, aunque gran parte de este sector no cuentan con todos los servicios que un empleo formal otorga.

LOS SITIOS WEB, UNA OPCIÓN MÁS

Emmanuel Israel Romero Barreiro, egresado de la Ingeniería de Tecnologías de la Información y Comunicación de Sistemas (TICS), de la Universidad Tecnológica de la Laguna Durango, señala que una página web de uso convencional para el giro de la industria restaurantera, no necesita de mayor capacidad, y su costo puede oscilar entre los 2 mil y 3 mil pesos. El hosting o dominio que se paga de forma anual, es de $1,000.00.

En cuanto a páginas más sofisticadas que van más dirigidas a un uso institucional, algunas alcanzan costos de entre 150 mil pesos o 300 mil, dependiendo de la necesidad de los clientes.

De las ventas que se pueden lograr a través de páginas web, afirma que en redes sociales se vende mucho más, de un 100 por ciento, para un giro comercial como el de la Ofrenda, se logra vender hasta en un 70 por ciento, mientras que en página web convencional, se pueden lograr ventas en un 50 por ciento.

Torreón, Coahuila.- “La Ofrenda Concept, Store y Café”, un restaurante 100 por ciento mexicano y único en su tipo en la localidad, sobrevivió al embate del confinamiento social, dándole un giro a su actividad para no cerrar sus puertas mediante las ventas vía internet y la entrega a domicilio.

“En estos tiempos uno se tiene que reinventar, nosotros no nos veíamos cerrando después de esta contingencia, tenemos que seguir trabajando y encontramos el modo a través de las ventas en línea”, fueron las palabras de su fundadora, Marina Gutiérrez, quien con orgullo da testimonio de cómo tuvieron que diversificar sus servicios para que el negocio familiar no desapareciera; esto es, a través de las ventas de artesanías mexicanas.

“No es la primera vez que nos pasa algo así, nosotros empezamos nuestro negocio en plena inseguridad, acabamos de cumplir ocho años, empezamos rentando el espacio en el centro de la ciudad cuando nadie apostaba en venir, y nosotros fuimos precursores, desde el 2012 empezamos a trabajar en algo que era muy difícil, que es el concepto mexicano, la venta de artesanías; la ropa mexicana todavía la gente no lo aceptaba muy bien, no estaba ‘de moda’”, citó.

Con una atmósfera tradicional, con cactáceas típicas de la región, Marina Gutiérrez da la bienvenida a los comensales y a esta nueva realidad en la cual está dispuesta a correr el riesgo aglutinados en el amor por hacer lo que más les gusta.

Es un lugar lleno de color y vida, con muebles vintage cobijados bajo un concepto original. Cabe aclarar que inicialmente este proyecto comenzó por vender joyería de artesanía y café; esto último, no se imaginaron sus propietarios el papel que jugaría para consolidar el proyecto familiar.

Marina Gutiérrez, quien además de fundadora es la administradora del establecimiento, narró cómo ha sido este peregrinar de ser emprendedores, al sostener prácticamente a más de 10 familias con su fuente laboral intacta, sin rebajar un solo centavo, respetando la ideología que desde un inicio marcaron: Disfrutar y amar lo que se hace en la cocina de “La Ofrenda”.

“‘La Ofrenda’ son varias cosas englobadas en una, una es la parte el restaurante y la otra es la promoción de las artesanías y diseño mexicano; en este tiempo de la contingencia que tuvimos cerrado el restaurante, le apostamos todavía más fuerte a apoyar el asunto de las artesanías, que de hecho muchos de los artesanos con los que yo he trabajado durante años, me hablaban y me preguntaban si íbamos a poder seguir comprando y que qué íbamos a hacer porque estaban necesitados de vender sus productos”, recordó.

EN QUÉ CONSISTIÓ “TRENZANDO ESPERANZAS”

“Empezamos a sacar diferentes iniciativas, una fue la de las muñequitas ‘Lele’, que son unas muñequitas de Querétaro, pudimos comprar más y lo que hacíamos era que las vendíamos con servicio a domicilio y básicamente se cumplía con el propósito, tanto de ayudar a las comunidades otomíes y el hecho de que ‘La Ofrenda’ siguiera adelante.

“Tuvimos que hacer como esa reestructura y nos apoyamos mucho en las redes sociales, como todo mundo estaba volcado viendo las redes, eso nos ayudó a incrementar las ventas, hicimos una página de internet que antes no teníamos y por ahí seguimos dándole difusión a esa faceta del restaurante”. En su página de internet laofrendamexico.com, los clientes podrán encontrar información general de la venta de artesanías, “nuestra historia y el concepto que nosotros manejamos desde ya ocho años”.

“Tenemos juguetes tradicionales mexicanos como son trompos, yoyos, muñecas, tenemos lo que es decoración de hogar, que básicamente son corazones de barro, de hojalata, de lámina, corazones de barro negro de Oaxaca, tengo joyería, tanto artesanal como de plata, tenemos también bisutería, textil, ropa, bolsos; cubrimos todas estas áreas, además de accesorios de diseñadores emergentes”, detalló.

Del 100 por ciento de las ventas, 70 por ciento se le atribuye a la venta de comida a domicilio o algunos servicios particulares de bufete y el 30 por ciento fueron ventas que se concretaron vía redes sociales y página web de la tienda de artesanías.

Respecto al proyecto de “Trenzando Esperanzas”, cada muñeca “Lele” tiene un precio de entre 165 y 235 pesos, dependiendo del tamaño, “incluye el servicio a domicilio y el empaquetado para que lleve una presentación adecuada y del gusto del cliente. Estuvimos moviendo cerca de 200 muñecas en un período de dos meses y la iniciativa ‘Trenzando Esperanzas’ la iniciamos dos semanas después de que cerramos (el restaurante)”.

Ante la crisis financiera que enfrentan los pequeños negocios en la región, “yo les diría que no se desanimen, siempre hay otra oportunidad, siempre hay algo qué hacer, siempre hay cómo reinventarse, esto continúa, no se detiene, es algo que va estar entre nosotros un buen rato (Covid-19), tenemos que aprender a vivir con esto y a seguir echándole ganas, hemos pasado otras cruces iguales de difíciles y debe ser una situación más a seguir avanzando”.

SUPO REINVENTARSE EN PLENA PANDEMIA

“La Ofrenda” no fue parte de la estadística de los más de 37 mil empleos directos que se perdieron, esto de acuerdo a datos proporcionados por la Secretaría del Trabajo del Gobierno del Estado de Coahuila al mes de junio, tan solo del mes de abril, 22 mil coahuilenses se quedaron sin fuente de trabajo formal, también, de acuerdo a información vertida por el IMSS; sino que fue de los micro y pequeños comercios que mantuvo a toda su plantilla laboral.

En lo que se refiere a los establecimientos del giro restaurantero o de comida, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Delegación Laguna, (CANIRAC), informó que cuentan con un padrón de 222 restaurantes agremiados y sólo se tiene reportado el cierre oficial uno solo establecimiento y alrededor de 10 restaurantes cerrados por el Covid-19.

Actualmente, en Torreón, aunque no existe un padrón de artesanos o talleristas de manufactura artesanal, Rosario Pedraza, quien encabeza el proyecto “Moorelear AC”, dio a conocer que existen 30 artesanos, de los cuales, por semana tienen ingresos de 2 mil pesos aproximadamente. Al mes, ganan 8 mil pesos; en total, entre los 30 artesanos que al me nos tienen registrados en este movimiento cultural en el primer cuadro de la ciudad asciende a 240 mil pesos al mes.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, dicho sector provee del 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, (PIB), mismo que se traduce en 450 mil millones de pesos. En total, se puede hablar de por lo menos más de un millón de artesanos, aunque gran parte de este sector no cuentan con todos los servicios que un empleo formal otorga.

LOS SITIOS WEB, UNA OPCIÓN MÁS

Emmanuel Israel Romero Barreiro, egresado de la Ingeniería de Tecnologías de la Información y Comunicación de Sistemas (TICS), de la Universidad Tecnológica de la Laguna Durango, señala que una página web de uso convencional para el giro de la industria restaurantera, no necesita de mayor capacidad, y su costo puede oscilar entre los 2 mil y 3 mil pesos. El hosting o dominio que se paga de forma anual, es de $1,000.00.

En cuanto a páginas más sofisticadas que van más dirigidas a un uso institucional, algunas alcanzan costos de entre 150 mil pesos o 300 mil, dependiendo de la necesidad de los clientes.

De las ventas que se pueden lograr a través de páginas web, afirma que en redes sociales se vende mucho más, de un 100 por ciento, para un giro comercial como el de la Ofrenda, se logra vender hasta en un 70 por ciento, mientras que en página web convencional, se pueden lograr ventas en un 50 por ciento.

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