Torreón, Coahuila.- Desde el miércoles de ceniza hasta el domingo de resurrección, que en este año será del cinco al 12 de abril, se vive un tiempo religioso que invita a la conversión: La Cuaresma, que se caracteriza también por enaltecer la gastronomía mexicana con la preparación de riquísimos platillos mejor conocido como comida de “vigilia”, millones de mexicanos las preparan en sus hogares, así como en las distintas fondas de los mercados de la ciudad.
Son 40 días donde cada viernes relucen los platillos elaborados con pescados, mariscos o verduras, que no incluyen carnes rojas o de cerdo, en el Mercado Juárez de la ciudad de Torreón, específicamente en antojitos y mariscos ‘El güero’ se respira un gran ambiente gastronómico cuaresmal; pescado frito, tortitas de camarón y filete de pescado empanizado cubren la barrita de la fonda.
Una verdadera delicia típica de Semana Santa es el pipián, dependiendo de la región donde se consuma se prepara de distintas maneras, en ‘El Güero’ lo preparan con nopalitos. El pipián es un elemento obligado del menú típico de salsas de México, es originario de los estados de Oaxaca, Puebla y la Ciudad de México, se puede combinar con casi cualquier carne; pollo, cerdo o pescado.
La Capirotada de tres leches es uno de los manjares más queridos y pedidos por los laguneros, tienen una larga tradición en la cocina mexicana durante este tiempo de cuaresma, según el simbolismo religioso: el pan simboliza el cuerpo de Cristo y la miel de piloncillo, su sangre, las especias que se utilizan en la preparación de este platillo, clavos y canela, simbolizan los clavos y la cruz de la Pasión de Cristo.
Los famosos ‘chuales’, garbanzos y lentejas le dan un sabor muy mexicano a la cuaresma, además son semillas ricas en hierro, y si se combinan con distintos alimentos que constituyen una buena fuente de proteínas. Además su consumo disminuye los niveles de colesterol y grasas debido a su contenido de fibra, y ayuda a regular el tránsito intestinal.
Las torrejas son otro platillo cuaresmeño muy popular, un manjar que se cocina con el bolillo frío y duro, se corta en rebanadas y sumergido en una preparación que contiene leche, canela, azúcar, huevos y una pizca de sal, luego se fríen en aceite caliente y se escurre, en la ciudad de Torreón es tradición que se bañan con miel de Maguey.
El pescado y los mariscos son los protagonistas en estos días de reflexión y conversión, éstos son preparados en una infinidad de maneras distintas hasta donde permita la imaginación, mojarras fritas, caldo de pescado o camarón, tacos de pescado, ceviche, tortitas de camarón con pipián, filete al mojo de ajo, albóndigas de pescado, entre muchos otros deliciosos platillos.
Todos los viernes, desde las siete de la mañana encontrarán todos estos platillos en Antojitos y Mariscos ‘El güero’, el precio del platillo especial es de 80 pesos, incluye lentejas, garbanzos, pipián con nopales, tortitas de camarón y capirotada.
Otro plato es de pipián, tortitas de camarón y arroz a 70 pesos, el platillo de garbanzos o lentejas individual es de 40 pesitos, así como el de la capirotada a 60 pesos la orden, o una torreja rellena de queso y nuez bañada en miel de maguey.
Claudia Patricia García Ávila con 33 años dedicada a la venta de comida en el mercado Juárez, manifestó que los laguneros continúan deleitándose con los tradicionales platillos cuaresmeños, donde además mantienen viva una bonita costumbre gastronómica.
Son casi siete semanas que transcurren entre el Miércoles de Ceniza y el domingo de resurrección, donde los fieles practican del ayuno y de la abstinencia de ingesta de carne, de este último es como nace la creación de los platillos de cuaresma, pues al tener que omitir la carne, se preparan alimentos con verduras, pescado, semillas, entre otros productos.
Es importante recordar que en 2010, la gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, por conservar sus propias tradiciones en torno a este periodo santo en las diferentes regiones de la República.
