Hace más de 85 años nació la Copa de Leche, ubicada sobre la calle Valdez Carrillo entre las avenidas Juárez e Hidalgo, hasta el día de hoy sigue conservando su tradicional sabor y distinguiéndose por el gran trato que se tiene con los clientes.
Su nombre, explicó Arturo Frausto Moreno, líder de la asociación de la Copa de Leche, se debe a la tradición que tienen en el restaurante de servir las malteadas y leches en una copa grande.
La Copa de Leche es un restaurante con gran tradición entre los laguneros y los extranjeros, principalmente porque tiene una carta muy completa, los platillos más emblemáticos son la fabada, garbanzos, arroz a la valenciana, cortes americanos, espaguetis a la italiana, hígado encebollado y filetes de res.
Por la mañana destaca el café capuchino, las malteadas, los huevos rancheros, divorciados, a la mexicana, revueltos con chorizo o jamón, los chilaquiles verdes con pollo, hot cakes y panecillos de azúcar.
Cada día que pasa tratamos de ir renovando para darle un mejor servicio a toda la bella gente de la Comarca Lagunera
Arturo Frausto Moreno, líder de la asociación de la Copa de Leche
En el restaurante han pasado un sinfín de generaciones de familias, cuando inició el Club Santos los jugadores se reunían para comer y cenar, algunos artistas como Lorenzo de Monteclaro, los hermanos Almada, los Zurita y Capulina, fueron clientes.
Le recomendamos leer también:
Hace cinco años los dueños iban a cerrar la Copa de Leche, pero fue gracias a Arturo, Ramiro Frausto, Jaime Barajas, Sergio Herrera, Belem Morales y Salvador Carrillo, todos ellos trabajadores, que formaron una asociación para rescatar y trabajar en el restaurante.
Arturo Frausto señaló que han ido levantando el establecimiento poco a poco, pues han sido acreedores de apoyos por parte del gobierno y constantemente van innovando, e hizo hincapié en que no existe otra ‘Copa de Leche’ más que la que está sobre la calle Valdez Carrillo, junto a la Plaza de Armas, esto en alusión a que recientemente se abrió un restaurante al que se le había dado el mismo nombre, sin tener nada que ver con el original, y que terminó por cerrar sus puertas al público.
Dijo que cuando estaba la central camionera la Copa de Leche abría todos los días del año y sólo cerraban por tres horas para limpiar, actualmente el horario es de las siete y media de la mañana a siete de la tarde.
