Torreón, Coahui8loa. – Para prevenir y en su caso sancionar irregularidades que eventualmente constituyan una amenaza para la salud de los consumidores, se encuentra en una fase intensiva la inspección sanitaria que desde el inicio de la cuaresma comenzó a desplegarse en todo tipo de establecimientos que expenden productos del mar y otros comestibles cuya demanda suele incrementarse de manera importante en la actual temporada del año.
De tal situación informó el titular de Regulación y Fomento Sanitario de la Jurisdicción Sanitaria VI, José Luna Riojas, quien indicó que si bien el aumento en el consumo de ese tipo de productos tanto crudos como cocinados se hizo notar desde mediados de febrero, siempre es en el transcurso de la semana santa cuando suele cobrar mayor auge, de ahí que la vigilancia en los puntos de venta se haya acentuado en los últimos días.
De hecho, indicó que desde el inicio de la cuaresma hasta ahora se han realizado visitas de inspección en poco más de 50 negocios que fueron escogidos de manera aleatoria de alrededor de 140 registrados en el padrón vigente de giros tales como pescaderías y otros puntos de venta que funcionan tanto en mercados populares como en tiendas de autoservicio, así como restaurantes y marisquerías, lo que dio como resultado la emisión de amonestaciones en los que se constataron irregularidades, afortunadamente no graves, que al final fueron subsanadas dentro de los plazos perentorios que se establecieron para ello.
Desafortunadamente, agrega, hubo dos negocios en los que las anomalías encontradas ameritaron la aplicación de multas, ya que no se conservaba adecuadamente en red de frío el producto en venta que, según se constató, ya no era apto para el consumo humano, razón por la cual además se procedió a asegurar 15 kilos de pescado que de esta manera fueron retirados del mercado.
Luna Riojas explica que en las inspecciones que además de mercados, tiendas de autoservicio y negocios en lo individual, también se hace extensiva a los almacenes distribuidores de productos del mar al mayoreo.
El objetivo es que los propietarios o encargados de los establecimientos acrediten mediante bitácoras que se cumple de manera puntual con el control de la cadena de frío que se debe mantener en el transporte y expendio del producto como garantía de su conservación, además de que se revisan de manera detallada las condiciones físicas de la mercancía, como también que las instalaciones de cada negocio se atiendan todas las medidas de higiene necesarias para evitar riesgos sanitarios tales como la presencia de fauna nociva; y adicionalmente, se exige la aplicación de las medidas que hoy en
