Son fiestas que se realizaron con el objetivo de enaltecer la presencia de la Virgen María en la vida espiritual de todos nosotros, hay que recordar que fue anunciada como santísima, aseguro el padre José Luis Escamilla.
El próximo año, el templo cumplirá 100 años de vida. En pleno clima de la Revolución Mexicana se inició su construcción y fue erigida como parroquia en mayo de 1920, con lo cual se separó de su territorio, el cual formaba parte de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Torreón.
De esta forma se atendieron en un principio las haciendas y rancherías de ese entonces como, San Antonio de los Bravos, La Joya, San Luis, La Fe, San Agustín, La Paz, La Unión, La Concha, El Perú, El Fresno, Paso del Águila, La Perla y Triguillo. El cuidado pastoral fue encomendado a los religiosos carmelitas, luego en 1932, los sacerdotes jesuitas se hicieron cargo, hasta que se entregó la parroquia a los sacerdotes diocesanos en 1960, su primer párroco diocesano fue el Pbro. Manuel García Guajardo.
Rumbo al centenario la catedral del Carmen
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A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente, algunos creen que venían de Italia, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Desde su monasterio no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el título de la advocación, respondía a una imagen en especial.
Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos, maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.