Los integrantes del Comité para la Calidad y el Cuidado del Agua, encabezados por Juan Carlos Parga Torres, reiteraron que los filtros antiarsénico instalados hace años en la zona de La Laguna resultaron ser solo un fraude de más de 300 millones de pesos, pues nunca sirvieron de nada y una muestra de ello son las graves consecuencias por seguir consumiendo agua contaminada o envenenada en los municipios de Torreón, Matamoros, Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias, sin que nadie haga nada al respecto.
Lo anterior se da a conocer a unos días de que el médico Javier Morán Martínez, del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Facultad de Medicina de la UAdeC, revelara una serie de resultados obtenidos de los estudios realizados en Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias desde el 2016, con severos daños a la salud de hombres, mujeres y niños, sin que nadie haya hecho algo por estas familias.
Parga Torres dijo que “es un crimen el que se comete por parte de las autoridades, al engañar a la gente con los supuestos filtros antiarsénico que por años especialistas e investigadores han demostrado que no sirvieron para nada, solo para que unos cuantos se embolsaran más de 300 millones de pesos en ese momento, pues la gente sigue consumiendo agua envenenada”.
En Torreón las cosas también están mal, y así lo ha confirmado el propio gerente de saneamiento, quien prefiere hablar de una planta purificadora antes que mostrar los resultados de la calidad del agua en los pozos, resultados que demuestran que se supera por mucho lo establecido por la norma mexicana y la internacional en cuanto a los contenidos de arsénico en el ‘vital’ líquido, precisó.
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Tales estudios han revelado la aparición, a largo plazo, de diversos tipos de cáncer, sobre todo de piel, pulmón, riñón y vejiga; hasta el desarrollo de enfermedades como diabetes y presión arterial, consecuencia del consumo crónico de agua contaminada con este metal tóxico; el arsénico se ha convertido en el asesino silencioso de miles de familias que habitan en estas comunidades.
El agua de Lequeitio, en Madero, tenía en aquel tiempo concentraciones de hasta 761 microgramos de arsénico por litro, siendo que los parámetros de la Organización Mundial de Salud dictan que debe ser de 10 microgramos de arsénico por litro de agua, y la Norma Oficial Mexicana, 127-SSA1-1994 de Salud Ambiental, Agua para Uso y Consumo Humano, de 25 microgramos de arsénico por litro, para que el agua se pueda beber y, muy a pesar de esto, hasta hoy nada se ha hecho al respecto.
“Vamos a exigirle a la diputada federal por Coahuila, Miroslava Sánchez Galván, quien es la presidenta de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados, meta de lleno las manos en este grave problema y ponga al descubierto el fraude y crimen que se está cometiendo en perjuicio de miles de familias en La Laguna”, advirtió Parga Torres.