Torreón, Coahuila. - Alejados de su hábitat en lo alto de la sierra Tarahumara, de donde se ven obligados a salir cada vez que su tierra se torna improductiva y hasta inhabitable a causa del inclemente frío invernal, familias indígenas enteras encuentran en Torreón el refugio necesario para poder pasar la temporada, a favor de lo cual cuentan con el respaldo del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Rogelio Ángel Cruz, joven padre de familia, es uno de los muchos indígenas tarahumaras que, como en años anteriores, debió dejar su parcela y su casa en el poblado Narárachi, y acompañado de su esposa y sus tres hijos se ha establecido temporalmente en esta ciudad, donde a favor de su sustento realiza la venta de yerbas medicinales y pequeños canastos que ofertan en un diario peregrinar por las calles más transitadas.
Aunque no domina plenamente el idioma español, Rogelio se da a entender con bastante claridad cuando habla de lo importante que son para él su esposa Mireya y sus hijos de tres, 10 y 13 años de edad, con quienes cada diciembre viaja cientos de kilómetros para ponerse a salvo de las nevadas y heladas que nunca faltan en la agreste sierra, para venir refugiarse a una región donde en invierno el clima es menos severo.
La de él es una de las 18 familias que en esta temporada han instalado provisionalmente su hogar en el albergue indígena que funciona bajo el auspicio del DIF Torreón, en la colonia Nueva Laguna Norte, donde amplias y funcionales instalaciones incluyen suficientes espacios habitacionales y adecuadas áreas de servicios, entre estos una cocina y un comedor que todos deben compartir cuando les toca el turno de preparar y servir sus propios alimentos.
Otro es el caso del matrimonio conformado por Martín Manuel y María Cruz Espino, igualmente asentados temporalmente en el albergue indígena junto con sus pequeños de uno, dos, cinco, 10, 12 y 12 años de edad.
Ellos muy poco hablan y entienden el idioma castellano, y es maría quien más ha aprendido a comunicarse de manera elemental, sobre todo cuando se trata de indicar a la gente cuál es la propiedad curativa de cada una de las yerbas medicinales que venden en las calles, como son yerbaniz, palo azul, gordo lobo, manzanilla, orégano y otras más.
Maximino Francisco Calletano, encargado del Albergue Indígena del DIF Torreón, comenta que este centro de asistencial funciona cada año, hace por lo menos nueve, desde los primeros días de noviembre hasta los últimos de marzo.
Explica que si bien hay familias que ya tienen la costumbre de regresar a pedir auspicio cada invierno, algunas otras que se suman para aprovechar el apoyo que se les ofrece, luego de recibir la invitación que representantes de la institución les hacen cuando los encuentran pernoctando en las calles, a la intemperie.
Indicó que en la actual temporada invernal el número de huéspedes del albergue llegó a crecer a más de 80, pero en las últimas semanas ha comenzado a disminuir gradualmente. Sucede que hay quienes ya comienzan a regresar a sus lugares de origen, mientras que otros prefieren esperar a que el clima frío en la sierra mengüe un poco más, y se aproxime la fecha en la que tendrán que volver a preparar sus tierras para la siembra del maíz y frijol que serán su principal alimento en los meses posteriores.
De acuerdo con Francisco Calletano, a todos ellos el DIF Torreón les ofrece hospedaje en un espacio digno para que puedan pasar la temporada, al contar para ello con las camas, los colchones y los cobertores necesarios, así como todo lo necesario para que puedan preparar sus alimentos.
“Es un techo donde duermen calientitos, a diferencia de donde vienen, y tienen una cocina para que se aprovechen bien los alimentos que ellos mismos se preparan con los víveres que el DIF les proporciona”, puntualizó.
Hizo notar que mientras los huéspedes del albergue mayores de edad realizan sus actividades cotidianas, los más pequeños, de entre los 6 a 14 años, son atendidos en Casa Puente del DIF, donde se les brinda la posibilidad de asistir a talleres gratuitos de música, pintura y escritura, además de practicar diversas disciplinas deportivas.
