Torreón, Coahuila. - Como una de las implicaciones directas de la pandemia de Covid-19, la drástica reducción en el aforo de usuarios de los autobuses urbanos que aún prevalece con todo y que no deja de promoverse una recuperación gradual de las actividades económicas, no solamente aleja a posibilidad de que este año y el próximo pueda concretarse el proyecto del Metrobús Laguna, sino que además ha llevado prácticamente a la quiebra a los concesionarios de algunas rutas que con dificultades tratan de mantenerse en servicio.
Sus comentarios en tales términos los comparte José Ángel Cuéllar González, representante del Comité Técnico del Transporte en Torreón, quien refiere que la situación es tan complicada que, al estar aún lejos de poder normalizarse la demanda de servicios de movilidad, actualmente sólo se mantienen en funcionamiento apenas entre 320 y 330 de los 500 autobuses de las diferentes rutas urbanas.
Eso obedece a que en la actualidad apenas se moviliza diariamente en autobuses por toda la ciudad, un promedio de 86 mil personas, cuando que antes de la pandemia la cantidad oscilaba alrededor de las 185 mil, en tanto que sólo en las rutas que coinciden o confluyen con lo que es el corredor delineado para la futura operación del Metrobús, la cifra estimada llegó a ser el año pasado de alrededor de las 132 mil y hoy no alcanza si quiera las 50 mil.
En tales condiciones, refiere el transportista, no hay condiciones para que este año se pueda poner en servicio el nuevo sistema de movilidad, y en todo caso, si es que se llegara a generar un consenso favorable con las autoridades municipales y estatales, se podría llegar a habilitar una especie de mini-metrobús al comenzar a aprovechar la infraestructura ya creada como parte del proyecto, lo que implicaría hacer uso de los carriles ya existentes cob unidades circulando a cotraflujo.
De la Saltillo 400 hacia el centro los camiones tendrían que ir en los sentidos contrarios porque son vehículos de una sola puerta por un lado, y haciéndolo a contra-flujo se puede aprovechar la obra, pero tenemos que ponernos de acuerdo. Sería como una realización de los concesionarios con la participación de los gobiernos estatales para hacer un mini-metrobús, porque ya no va a ser la misma cantidad de camiones porque no es el aforo que se tenía antes”, comentó Cuéllar González.
También se refirió a que la situación actual debe ser una buena oportunidad para los concesionarios, “para sentarnos, hacer una lluvia de ideas, coincidir y buscar la manera de abaratarnos los costos buscando cierto tipo de uniones, fusiones de rutas, y de buscar una negociación con el mismo Municipio porque de los 500 autobuses que trabajaban trabajan 320 o 330, por la pandemia”, en el entendido de que para ello los concesionarios deben decidirse a formar empresas y a sujetar las operaciones de las mismas a una figura reguladora.
En el tema de las rutas de transporte urbano que se pudiera decir se encuentran en quiebra, mencionó las conocidas como Primero de Mayo, Polvorera, Jacarandas, San Agustín, Santa Fe y otras que tienen muchos de sus vehículos de trabajo detenidos porque movilizarlos todos les resultaría incosteable, lo que se traduce en fallas en el servicio que, con justa razón, son motivo de quejas por parte del público usuario.
