Torreón, Coahuila. - Este inicio de año 2020 hubo una disminución del 20 por ciento de denuncias en el Centro de Justicia para las Mujeres en Torreón, sin embargo, Martha Rodríguez Romero, directora de la dependencia, manifestó que aún no empieza la época de calor que es cuando se manifiesta la violencia en la ciudad,
Rodríguez Romero detalló que durante el mes de enero se recibieron 146 denuncias por violencia doméstica, mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 181 por el mismo motivo, manifestó que “la violencia familiar sigue siendo el máximo motivo de denuncias que llegan al centro”.
Además durante el mes de enero, dio a conocer que hubo 22 denuncias por amenaza, cinco por violación y el Centro de Justicia emitió un total de 146 medidas de protección, garantizando la seguridad y protección de las mujeres denunciantes.
Recalcó que la violencia se da en todos los sectores, no es un tema de estatus sociales, comentó “claro que hay minoría donde el nivel socioeconómico es un poco más alto, debido a que a veces no denuncian por pena o también porque las mujeres tienen un modelo de empoderamiento distinto, pues son mujeres que tienen trabajo”.
Explicó que realmente la problemática de violencia no desaparecerá mientras la sociedad no quiera incluirse, “estamos luchando contra una cultura y eso es algo que tenemos que cambiar; tendría que haber un programa de reeducación para hombres, porque nosotros realmente atacamos el problema cuando ya está hecha, pero no se está atacando la raíz y este es el generador de violencia, es decir los hombres y la temática de machismo que se ha venido manejando todo el tiempo”, manifestó Martha Rodríguez.
Hizo hincapié en que se tiene que trabajar para deshacer la cultura de machismo, “nosotros podemos salvar muchas mujeres, pero ese hombre queda ahí, y si no lleva realmente una terapia, un sistema de reeducación, replicará la conducta con una nueva pareja que encuentre”.
Con el objetivo de que las mujeres puedan generar sus propios ingresos en sus hogares se imparten talleres de empoderamiento, cursos de oficios, como repostería, bisutería o dulces regionales, así como el acceso gratuito a educación básica y carreras de nivel superior, para que las mujeres puedan tener trabajos mejor remunerados.