La Cuaresma y Semana Santa son de las celebraciones más importantes para los católicos; sin embargo, las religiones derivadas del cristianismo también conmemoran la Muerte y Resurrección de Jesús.
Carlos Rodríguez Zapata, pastor cristiano, indicó que la diferencia esencial entre la celebración de la Semana Santa entre las ramas del cristianismo y las deI catolicismo, es la manera en la que se llevan a cabo los ritos, puesto que en esta última no se realizan representaciones de la Pasión de Cristo, sólo se reúnen para orar.
Enfatizó que los usos y costumbres de cada religión son respetables, “cada religión tiene su manera de hacer las cosas, nosotros la hacemos conforme a lo que Dios señala en su palabra”, destacó.
La Semana Santa, dijo, “es el tiempo para dedicarse a la oración y reflexionar en Jesucristo, quien, con su infinita misericordia, decide tomar el lugar del hombre y recibir el castigo para liberarlo de los pecados”. Asimismo, manifestó, es el tiempo ideal para el ser humano meditar sobre sus acciones y los cambios que debe realizar para acercarse más a Dios y cumplir con sus mandamientos.
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“Más allá de representaciones de los hechos, nosotros consumamos los hechos, llevamos la Palabra de Dios hacia la espiritualidad, y esto lo llevamos a cabo durante todo el año, todos los días, si es que se puede, señala el Señor que conmemoremos su obra, su Vida, Muerte y Resurrección, por ello todos los días nosotros manifestamos actos que alaban al Señor, que nos llevan hacia esa Pascua, la cual significa esa liberación, ya que es a partir de su sacrificio y redención, que fuimos hechos hijos de Dios y por medio de Jesús tenemos libre acceso a la presencia del Padre, por lo que necesitamos obedecer su Palabra para cuando sea el momento de su llegada”, puntualizó.
Los cristianos interpretan la Semana Santa, no como el recuerdo de un hecho histórico, o un momento de vacaciones, para ellos es tiempo de perdón y de reconciliación fraterna, expulsando de sus corazones el rencor, odio y la envidia.
La Semana Mayor se inicia con el Domingo de Ramos, día en que se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, y finaliza con el Domingo de Resurrección.