Cierto, hay mujeres artistas, pintoras, bailarinas y deportistas en el mundo, pero pocas inmersas en trabajos rudos, los que supuestamente están destinados para el hombre, sin embargo, en Gómez Palacio, Paloma Liliana de la Vara Pérez, demuestra que la fragilidad de la fuerza física del llamado erróneamente sexo débil, es un mito, pues ella desde hace 24 años se enseñó a manejar un camión de pasajeros, de los cuales los últimos 7, los ha empleado como chófer, trabajo que le ha traído bondades y una vida digna producto de hasta 12 horas de jornada.
Que el trabajo pesado es para el varón, para Paloma es una opinión distorsionada, "creo que es una cultura equivocada de nuestros antepasados en lo que se refiere al privilegio de un sexo sobre otro, porque somos tan capaces como el hombre".
Y a pesar de que muchos quieran observar hoy en día una sociedad marcada por la desigualdad de géneros, luego que la mujer ha sido excluida o sistemáticamente minimizada, nuestra entrevistada, todas las mañanas (desde las 5:20) se levanta para revisar y poner a punto su camión de pasajeros, el número 103 de la Ruta "Cereso" en este municipio y luego de checar el aire de las llantas, el aceite de motor, filtros y anticongelante, se dispone a comenzar su labor desde las seis para terminar hasta la 6 de la tarde.
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Es una mujer productiva vecina de la colonia "Leticia Herrera" de este municipio y no hay resistencia física que le impida su trabajo, porque insiste que la supuesta debilidad de la mujer ha quedado atrás.
Tiene iniciativa propia, porque a pesar de la pandemia, logra intercalar sus recorridos con su compañero José Raymundo, "cada quien trabajamos 3 o a veces 4 días por semana con capacidad de solo 22 pasajeros (el camión trae 44 asientos), aunque no hay que negar que en horas pico levantamos más pasaje, pero siempre y cuando exigiendo que se guarde la sana distancia".
Insiste que la sociedad no debe desmerecer su valía, su preparación y lucha para lograr metas y objetivos, "dejemos atrás las barreras externas y déjenos sobresalir, porque tan capaces fuimos para manejar el biberón y cambiar el pañal de nuestros hijos, que también podemos desarrollar un trabajo rudo y creo que no soy la excepción porque hay mujeres policías, de limpieza, tránsitos y hasta albañiles ¿y qué nos ha pasado?, absolutamente nada".
Paloma tiene un solo hijo, (Luis Miguel), el cual estudia la carrera de veterinaria en la Universidad Antonio Narro en Torreón, Coahuila, y con quien en tiempos libres, atienden un puesto de hamburguesas por las noches afuera de su domicilio, ubicado en República Popular China 304 del referido sector habitacional.
Desde chica fui "mosca" de la Ruta Chapala, lo acepto, era muy machetona y fue desde ese entonces cuando me nació el "gusanillo" por manejar, subrayó.
Fue propietaria de un camión, el que compró con el apoyo que les otorgó el gobierno del entonces gobernador Maximiliano Silerio Esparza, pero luego de cumplir su ciclo, sostuvo, hizo el sacrificio de comprar un 2009, tomando en cuenta que uno nuevo tiene un valor de 1.5 millones de pesos.
En cuanto a su trabajo, acepta que muchos se sorprenden, algunos la critican, pero sus compañeros de ramo la motivan y le reconocen su tarea diaria.
El uso del camión, acepta, le da para vivir bien y a pesar de que ha tenido dos choques fuertes, su seguro le ha respondido, aunque agrega le gusta administrar su dinero porque una afinación general y mantenimiento cuesta hasta 40 mil pesos.
"Y aquí estoy, con la seguridad de que si naciera nuevamente sería chófer de camión de pasajeros", concluyó.
