Mientras el Sumo Pontífice designa el nuevo obispo para la Diócesis de Gómez Palacio, el vicario general Julio Carrillo Gaucín continúa con su el trabajo religioso en la catedral de Santa María de Guadalupe.
También el Código de Derecho Canónico establece un procedimiento para discernir, sin dejar atrás la opinión del Sumo Pontífice.
Mientras tanto, Carrillo Gaucín sigue al frente de las responsabilidades en el obispado y por supuesto es el encargado de unificar a la religión Católica en los municipios laguneros de Durango.
Entonces, es el Papa, por lo tanto, quien designa libremente a los sacerdotes que han de ser consagrados obispos. La designación se hace mediante nombramiento directo, a través de la confirmación de quien haya sido legítimamente elegido.
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En la Iglesia de rito latino es norma común el nombramiento directo por el Romano Pontífice.
Como se recuerda, el obispo José Fortunato Álvarez desafortunadamente falleció después de una penosa enfermedad en el páncreas.
Tras este acontecimiento que causó conmoción en la feligresía, hay incertidumbre por conocer el nombre que habrá de suceder al anterior obispo.
Carrillo Gaucín, pide paciencia y sostiene que la elección que sea será bienvenida.
