El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís manifestó haber ofrecido todas las garantías de seguridad y de procuración de justicia en estricto apego a derecho a una mujer torreonense que recientemente denunció de manera pública haber sido víctima de brutales agresiones físicas en hechos en los que además de una de sus vecinas se habría visto involucrado también el esposo de la misma, quien está identificado como un agente estatal de seguridad.
“No vamos a permitir, como no lo hemos hecho en mi administración, impunidad sobre todo en un tema de agresión física o verbal a ninguna mujer”, puntualizó el gobernador, quien negó que el elemento que es señalado por su participación en tales hechos sea parte del grupo de trabajo a cargo de su seguridad personal.
Sobre lo ocurrido el pasado 6 de enero en el área verde del fraccionamiento Terrabella ubicado en sector oriente de Torreón, indicó que tras haberse enterado del caso que mucho se ha difundido mediante redes sociales, tuvo a bien comunicarse con la agraviada para ofrecerle su respaldo y dejarle en claro que el gobierno estatal está a favor de la protección de las mujeres y de ninguna manera va a permitir ningún tipo de abuso.
Además, giró y instrucciones a la Fiscalía General del Estado para que se le dé el cauce debido a la denuncia correspondiente hasta sus últimas consecuencias, a fin de que al final, de comprobarse los hechos que se consignan, los responsables tengan en justicia y en derecho el castigo que les corresponda.
De acuerdo con Riquelme Solís, ya se tomaron medidas para dar a la denunciante la tranquilidad de que ella y su familia estarán a salvo, para evitar que sufra un nuevo episodio violento, y es que “lo más importante es evitar una agresión posterior, y que se castigue a los responsables si es que todo ocurrió como ella lo ha planteado.
Cabe señalar que en la versión de la denunciante, se establece que lo que se había iniciado como simples diferencias entre menores de edad, terminó para ella en una golpiza después de que lo único que hizo fue salir en defensa de su hija al presentarse de manera pacífica ante la madre de ésta para pedir su intervención.
En la denuncia pública se refiere que el esposo de la presunta agresora, lejos de ayudar a pacificar la situación, la animó a continuar golpeando y hasta la ayudó a hacerlo, lo que dio lugar a la intervención de vecinos del sector quienes sostuvieron que enfrentar todo tipo de insultos y la advertencia de que nadie podría hacer nada en contra de ellos por sus supuestas influencias con las autoridades estatales.