Francisco I. Madero, Coahuila.- Luego de que la Coneval publicara las cifras de pobreza extrema que se viven en el país y donde los principales afectados son los niños y niñas, los alcaldes de Francisco I. Madero, Jonathan Ávalos Rodríguez y de Matamoros, Horacio Piña Ávila, coincidieron en que es urgente lanzar un programa integral contra la marginación que incluya la alimentación, educación, salud y vivienda. Se estima que en estos dos municipios existen unas 12 mil familias en condiciones de pobreza y que dentro de ellas existen unos 24 mil pequeños, que es a quienes es urgente atender.
“No podemos ocultar que tenemos muchos casos de personas que viven en pobreza extrema y no tienen acceso a la seguridad social, educación, alimentación y demás, y es ahí donde tenemos que poner una especial atención en nuestro caso”, dijo el alcalde Piña Ávila del municipio de Matamoros.
“Dentro de las comunidades ejidales, en las cuales tenemos que ponernos a trabajar con los programas de marginación, están Santa Cecilia, Corea, San Isidro, Soledad y San Francisco Aguanaval, que si bien ya han empezado a recibir el respaldo en el tema de vivienda con 30 acciones en 2018 y 68 más en este año, falta mucho por hacer”, reiteró el alcalde matamorense.
De acuerdo a las cifras que se han publicado, ya por parte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el estado de Coahuila se han logrado reducir las cifras de pobreza pasando de 745 mil en 2016 ahora a solo 691 mil 100 casos en el 2018, mientras que en el rubro de pobreza extrema que es el que más preocupa, existen aún 44 mil 500 personas en esa condición de vida, contra los 49 mil 700 que se registraban en el 2016.
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“En el caso del municipio de Francisco I. Madero, de ninguna manera podemos ocultar que tenemos familias en circunstancias muy difíciles y otras en pobreza que es a las que tenemos que apoyar, sobre todo cuando tienen menores de por medio”, expresó Jonathan Ávalos Rodríguez.
Del total de la población, un 16 por ciento está en pobreza y unas 350 familias están dentro de la pobreza extrema y las cuales se ubican en una cantidad importante de comunidades ejidales incluido el Valle de Acatita, que es de lo más apartados de la mancha urbana.
“Nuestro reto tendrá que ser la atención de los niños y en eso estamos trabajando, para detectarlos y respaldarlos”, destacó.