Gómez Palacio, Durango. - Luego de haber cerrado por períodos (primero 100 días, luego dos meses y finalmente 15 días), acatando el protocolo sanitario para evitar contagios por la pandemia, un grupo de tianguistas de Gómez Palacio, agradecieron la disposición del Ayuntamiento quien les permitió abrieran parcialmente desde este lunes, una vez que en la entidad perdura el semáforo naranja y el cual evita ciertas restricciones.
Juan Manuel Ortiz Castro, dirigente de la Unión de Comerciantes de El Parralito, El Dorado, anexo 5 de Mayo, Felipe Ángeles, entre otros, admitió que la crisis a muchos les obligó a cerrar, o a vender sus productos a sus compañeros, o bien a ofrecerlos por línea.
"Indiscutiblemente que la crisis sanitaria nos golpeó demasiado, porque hay que tomar en cuenta que algunos de nosotros, tuvimos que pagar por el traslado de los productos (flete) que vendemos, lo que al final de cuentas nos fue imposible recuperar por las escasas ganancias", subrayó.
De un grupo de 220 tianguistas que antes del 2019, trabajaban de manera boyante y pagando a tiempo sus cuotas a Plazas y Mercados en la presidencia municipal, éste quedó reducido a 150 minicomerciantes.
Se trata de personas de bajos recursos que expenden ropa usada y nueva, zapatos, tenis, gorras chamarras, herramientas, electrodomésticos, discos, juguetes, videojuegos, aditamentos para cocina y hasta bicicletas.
Este tipo de comerciantes se ubican en lugares semifijos o calles y tienen de 4 a 5 días designados para vender, destacando El Parralito, ubicado en Morelos y 20 de Noviembre, comenzando desde las 9 de la mañana hasta las 14 horas y que para evitar la propagación de contagios, operan bajo filtros sanitarios que fue el acuerdo para comenzar a operar.
El tianguis es una herencia prehispánica y que proviene su nombre del Náhuatl, aunque en Estados Unidos de donde también se adoptó esta costumbre, se le llama mercado de pulgas, (Flea Market).
En síntesis, buscan su reactivación luego de 6 meses de pérdidas y de incertidumbre, agradeciendo a la presidenta municipal Marina Vitela Rodríguez, quien dio instrucciones para que les dejaran abrir sus espacios comerciales.
Este mercado público se ha extendido no sólo en el centro de la ciudad, sino en colonias populares usando algunas personas bardas para colgar la ropa, obvio con el permiso consabido de los dueños de esas fincas, caso concreto en Santa Rosa, Cinco de Mayo, El Dorado y Chapala, pues algunos logran sostener su hogar vendiendo ropa usada, la que ya dejaron en el clóset o bien la que adquieren comprando a bajo precio, a la gente que acostumbra la venta de cochera.
Ortiz Castro recordó que el Parralito en antaño tomó impulso gracias al apoyo de quien fuera presidente Don Carlos Herrera y luego de la también alcaldesa Leticia Herrera.
"Hoy Marina Vitela, quien tiene una gran visión sensible, nos dio todas las facilidades para comenzar a trabajar, claro cumpliendo con las medidas sanitarias que se exigen en toda actividad comercial".