Gómez Palacio, Durango.- En La Laguna de Coahuila y Durango el panorama en el ramo de la construcción es incierto y ello se debe a la incertidumbre económica que priva en el gobierno federal, lo que obliga a algunos empresarios a reducir su plantilla laboral hasta en un 40 por ciento.
José Ramón Mata Bolívar, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, admitió que la perspectiva en el sector de la construcción no es nada halagadora, pues 2019 trajo consigo una recesión en los contratos y el 2020 pinta aún peor.
“La mayoría de las empresas adheridas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) han recurrido de entrada al despido del 40 por ciento de su plantilla para poder alcanzar el punto de equilibrio y también debemos decir que en lo que fue el año pasado se tuvo una caída del 7 por ciento en el ramo de la construcción en general, lo que es preocupante debido a que de éste dependen muchos empleos”.
Manifestó en este contexto, que las pequeñas y medianas empresas son las más impactadas con esta parálisis financiera y se complica su sobrevivencia, debido a que los recursos del gobierno para la realización de obras no han fluido como se venía dando hasta el pasado sexenio.
Mata Bolívar aseguró que no han fluido los recursos a las diversas dependencias en donde se concentran los presupuestos nacionales, pues normalmente se anuncian en enero para que arranquen en marzo con obras en estados y municipios y no vemos absolutamente nada de ello.
“Hasta el momento, las licitaciones fueron concentradas en las oficinas centrales y es en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la única que ha liberado algo de obra, pero muy poca, por lo que esperamos que las favorecidas puedan hacer alguna subcontratación con empresas constructoras del interior de la República”, apuntó.
Al mismo tiempo lamenta que esta notable crisis haya obligado a muchas empresas asociadas a la CMIC a recortar su plantilla de personal de un 30 a un 40 por ciento a fin de encontrar el punto de equilibrio entre los gastos de operación y sus ingresos.
“Afortunadamente no se ha llegado a cerrar algunas empresas, pero sí le hemos bajado mucho al personal para buscar mantenernos y sobrevivir”, subrayó.
DATO
Otras empresas que tienen capacidad de solvencia se han movido en sus operaciones a otras regiones del país donde se está generando un poco más de obra, como es el caso del Bajío y Aguascalientes.