Es obvio que la Iglesia no puede inducir a un voto partidista el próximo 2 de junio, fecha en que se habrán de renovar las 39 alcaldías en el estado de Durango, pero sí conminar a los fieles a ejercer su voto según lo que su conciencia le dicte.
El sacerdote Julio Carrillo Gaucín, al referirse al próximo perfil de quien gane la presidencia municipal de Gómez Palacio, añadió que debe adaptarse a las exigencias o necesidades del pueblo, porque viene a servir y no a servirse de la ciudadanía para llenarse los bolsillos de dinero.
El vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio, también se une al enfado de la ciudadanía, por tanto advenedizo de la política, de chambistas, o de hombres y mujeres sin experiencia o sin ton y son.
Recordó que la prostitución electoral se convierte en hartazgo y a la vez señaló no entender a los partidos que lanzan nuevamente a perdedores, lo que quiere decir que tuvieron malas experiencias o el rechazo de la sociedad, no obstante, “son parte de grupos caciquiles que se han eternizado en los partidos”.
“Por ello hay que ver mejor el trabajo de las personas, porque los partidos, sea el que sea, han perdido confianza precisamente por el manipuleo al que ellos le llaman alianza o coaliciones, signo de pobreza política en su militancia o miembros activos”.
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Externó que Gómez Palacio merece un camino sin menos obstáculo o el más llano para alcanzar el progreso, sin embargo, son los mismos partidos quienes se encargan de meter la cuña a unos cuantos meses de un proceso eleccionario y esto también harta.
Pero sí debe haber transparencia encarnada en una realidad; cumplir con los pocos recursos con que se cuentan para hacer bien las cosas, atender el reclamo de la sociedad agraviada y lo más elemental, continuar con la labor para mejorar la seguridad y finalmente, atender los servicios básicos como son pavimento, drenaje y agua suficiente para todos.
“Es lo que le falta a Gómez Palacio y es lo que debe atender quien se quiera hacer cargo del municipio, pero trabajando a la vez y no solo hacerlo por cotos de poder o buscar la Presidencia como trampolín”.
Recordó que “en la Iglesia hay fieles con identificación diversa partidista y es por ello que no se puede hablar de arengar en favor de un partido en general, así que el voto debe ser libre y el llamado que hacemos es que se ejerza este deber como ciudadano... como mexicano para que después no reclamen o se arrepientan de no haberlo hecho”.
“Creo que ha llegado el tiempo de sanear la política tan desgastada en México, se le debe dar otro giro, pero más que nada hacer uso de los nuevos cuadros, porque los mismos de siempre cansan y más cuando se vienen a aprovechar del pueblo, al que prometen y jamás cumplen”.