Gómez Palacio, Durango. – Indudablemente, la pandemia desde estos momentos nos ha marcado una ruta a seguir porque sus efectos catastróficos económicos y sociales traerá un mundo cambiante, quizá más solidario y unido, o todo lo contrario.
Es la pregunta que se hacen los diversos estratos sociales, luego de pasada la gran crisis sanitaria (Covid-19), a la cual enfrentó la humanidad y que traerá un giro drástico en la forma de pensar, en lo económico, en lo político, en lo social y hasta en lo religioso.
Tras el recuento de daños, habrá miles de empleos perdidos, empresas cerradas y otras a punto de ir a la quiebra, porque soportar otros cinco meses que, de acuerdo a los especialistas, es el tiempo en que se aplanará la curva de este mortal virus, es demasiado.
En síntesis, estamos al borde de la peor recesión porque no se ha encontrado la forma de combatir a este enemigo, aún invisible y sin cura o vacuna.
Es lógico que cuando la pandemia termine, las normas de distanciamiento sociales se verán reflejadas en toda clase de personas o bien enseñará a muchos a laborar de manera remota desde sus casas, porque la forma de vida también cambiará abruptamente de acuerdo a psicólogos y especialistas.
Entrevistados la presidenta de Canacintra Gómez Palacio, Patricia Corro López, y el sacerdote Julio Carrillo Gaucín, coinciden en que la pandemia dejará una gran lección y reflexión.
CANACINTRA
"Sin duda alguna, que la industria ha sido seriamente afectada, la economía está en recesión; se considera que podremos ir en decremento de hasta un 6% en la zona lagunera", dijo la dirigente de los industriales en Gómez Palacio.
Sostuvo que las expectativas de recuperación dependerán de cuánto tiempo más se tendrán que mantener las medidas impuestas y grave problema es también que el gobierno federal no quiera apoyar ni siquiera con estímulos fiscales que ayuden a los empresarios a una recuperación más pronta.
Corro López precisó: “en estos momentos deberíamos de estar preocupados por el capital de trabajo básico para operar, es decir, nóminas, pago a proveedores, insumos y deberíamos de contar con la sensibilidad del gobierno federal, que a la vez ofreciera un paliativo en el pago de los impuestos".
"Sin duda, que las acciones y la respuesta que estamos teniendo de la actual administración federal, la cual ha demostrado una total incapacidad para manejar la pandemia y la crisis económica, genera una profunda inquietud hacia las nuevas inversiones y ha generado una fuga de capitales que ocasionará una recuperación más lenta", subrayó.
En Canacintra, así como la mayoría de las cámaras empresariales, seguimos pugnando por un plan de apoyo que permita que las empresas sientan un respaldo real de empatía y permita una más rápido recuperación y en muchos casos la supervivencia, reiteró.
Comentó que quizá después de los efectos de este virus, el sistema económico podría ser mayormente compartido, por la lección que nos dejará, significado de la vana unidad del gobierno con los empresarios y trabajadores, soporte principal en México.
LA IGLESIA
Por su parte, el sacerdote Julio Carrillo Gaucín precisó: “esto deja como resultado que no es factible en futuro, atesorar riquezas y posiciones sociales, porque el Covid-19 no respetó estratos, pues afectó a ricos y pobres. El trabajador es esencial en una empresa, porque con ellos no hay producción y obvio que nos necesitamos uno del otro", añadió.
Tenemos que aprender de esta crisis, a saber administrarnos, a comprar lo indispensable, no caer en el consumismo y no apegarnos a lo material, pero más que nada, nos enseña a valorar la familia, a no estar distantes uno del otro.
"Y si no aprendemos, seremos pobres de mente. Porque hay que recordar que polvo somos y en polvo nos convertiremos, no somos inmortales y por ello hay que aprovechar el momento que nos brinda Dios, de ser más compartidos y equitativos", explicó.
Recordó el también vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio, que sin un trabajador no habrá empresas funcionando: "creo que esto lo ha entendido parte de la Iniciativa Privada, quien ya comenzó a valorar a su personal, a promoverlos humanamente y no sólo verlos como objeto de producción".
En el plano espiritual, - abundó-, nos damos cuenta que necesitamos de Dios, porque la esperanza fortalece y nos invita a no caer en el fatalismo.
¿SE DICE QUE CRISTO VIENE?
"Vendrá en su momento, pero indudablemente que Dios se siente preocupado por los errores que sus mismos hijos viven en el mundo y claro que debemos estar preparados para el encuentro con Él".
Invita a no caer en las redes de falsos redentores, que aprovechando el momento, hasta vaticinan el fin del mundo: "cuando somos nosotros mismos quienes nos destruimos y en este sentido también recomendamos no creer mucho en lo que se informa en redes sociales, porque cada quien tiene su propia opinión sobre esta pandemia y ello, por supuesto que confunde".
