El Partido de la Revolución Democrática no reconoce la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, que realizó Andrés Manuel López Obrador por medio de MORENA.
“Fue un montaje grotesco que solo evidenció su falta de sustento jurídico y legitimidad, por la forma en que se efectuó y las múltiples irregularidades técnicas y legales que se cometieron”, dijo el dirigente perredista en Gómez Palacio, Cecilio Campos Jiménez.
Sostuvo que esto ha sido un espectáculo innecesario, con el que se trata de encubrir el talante autoritario e intransigente de AMLO, que exhibe desde antes de tomar posesión como presidente electo. Dicha consulta no es creíble y de ninguna manera vinculante.
“El NAIM es una obra que compete al Poder Ejecutivo, no tenía por qué someterse a ese procedimiento. Una vez entrando en funciones el nuevo gobierno federal puede cancelarla o proceder a ajustarla bajo las argumentaciones que considere, sin tener que simular que es una decisión del pueblo”, expuso.
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Debido a esto, el PRD presentó quejas ante el Instituto Nacional Electoral por la posible utilización de recursos públicos para efectuar dicha consulta, y ante el Instituto Nacional de Acceso a la Información por la utilización indebida de datos personales, porque hay elementos para suponer que se cometieron actos indebidos y punibles, aseguró.
Campos Jiménez también explicó que la consulta no se puede contravenir en los tribunales porque no procede de ninguna autoridad pública.
“La decisión de cancelar el aeropuerto en Texcoco afectará a nuestra economía provocando calificaciones negativas, desconfianza e incertidumbre en los inversionistas por la forma en que se determinó, causará la pérdida decenas de miles de empleos, y los mexicanos tendremos que asumir el enorme costo de indemnizar a los contratistas de la obra, que se estima en más de cien mil millones de pesos”.
Una vez que tome posesión AMLO podría revertir esta situación, reconsiderando la suspensión de las obras del NAIM, realizar los ajustes al proyecto para corregir cualquier deficiencia, y no perjudicar los servicios aeroportuarios del país, pero es difícil que lo haga por su carácter arrogante e impositivo, que en este caso resultará en hacer menos eficientes y más caros tales servicios, subrayó.
“Pasarán varios años para que se realicen adecuadamente nuevos estudios y se concreten otras obras para mejorar las instalaciones aeroportuarias que ya existen, y las que se pretende construir en Santa Lucía, lo que causará fuertes rezagos en esta materia y a la larga mayores costos que tendremos que asumir los ciudadanos, aunque no viajen en avión”, concluyó.
