Desde hace ya algunos años el sector agropecuario se ha visto sometido a una fuerte presión en los precios de sus insumos, esto debido a al alza en los combustibles a nivel nacional y en gran parte al precio del dólar americano.
En este último aspecto, el establero lechero y agricultor lagunero, Andrés Izaguirre, destacó que los complementos vitamínicos y alimenticios para el ganado bovino han sido un fuerte golpe para disminuir la rentabilidad de su actividad productiva.
“Desde casi un par de años nos han sometido a una gran presión por la liberación de los precios de la gasolina y diésel, y a esto se ha unido la inestabilidad del precio del dólar, pero hemos buscado el compensar como en el caso de los alimentos industrializados”, dijo.
Puntualizó que en especial este tipo de artículos son los recomendados por los médicos veterinarios que les establecen un programa de alimentación para sus animales, y que no de atenderlos su producción de leche se vería afectada.
“En este caso en especial tenemos que atender que si bien es cierto que son parte de los gastos operativos que tenemos que hacer, no podemos dejar de resentir su constante alza, y que estamos obligados a utilizarlos para dar los estándares de calidad en nuestro producto”, señaló.
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Resaltó que a tenerse la próxima entrada de autoridades federales se abre la posibilidad de que todo esto entre a una revisión que permita regular el mercado de los alimentos procesados para el ganado bovino y evitar tantas fluctuaciones que al final solo afectan al productor, ya que el precio de compra de la leche por parte de las empresas lácteas se ha mantenido muy bajo ya por años.