La política urbana sustentable para este año tendrá serias fisuras, porque el trabajador con salario mínimo que pretenda acceder a un crédito por parte del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) afrontará obstáculos, luego que el Gobierno Federal, en comparación con el 2018, que fueron 6 mil millones de pesos, solo autorizó 400 millones para este 2019 como subsidio.
Gabriel Rodríguez Villa, secretario general de la CTM en Gómez Palacio, visualiza este tipo de decisiones como riesgosas y lamentables, ya que los sindicatos que nacieron para la defensa del trabajador y para mejorar el bienestar social no podrán atender la demanda del más necesitado en vivienda.
“Un nuevo giro está dando el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador con estas acciones que deja fuera toda sustentabilidad, así que esperemos otros tipo de problemas, porque de la industria de la construcción también dependen otro tipo de proveeduría”, citó.
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Se requiere un nuevo enfoque integral de la vivienda, es decir, observar los pros económicos y los contras sociales del trabajador para que pueda acceder a una vivienda digna y no “palomares” como acostumbra asignarlos Infonavit a alto costo.
La insuficiencia en lo destinado a los subsidios, pone en riesgo a 35 actividades que dependen de la construcción de una casa, pues recordemos que entran ahí los yeseros, los albañiles, entre otros; “por supuesto que ello es el aviso de un colapso social en este rubro”, añadió Rodríguez Villa.
El derecho a la vivienda se ha convertido en un lujo y para mayor extensión de terrenos o espacios, lo que se debe hacer primero es penalizar la especulación y acaparamiento de terreno para que haya mayor libertad de construcción y a precio barato.
“Es lo que debe hacer López Obrador, porque la corrupción sigue por doquier y obvio que los desarrolladores de vivienda también deben entrar en varas para que a todos nos vaya bien”, expuso.