Pese a que es en la comunidad agraria donde mayor número de armas registrados y clandestinas hay, muchos de sus habitantes se niegan a entregarlas de manera voluntaria.
Esto también sucede en la zona urbana, pero es minoría; no obstante, la Secretaría de la Defensa Nacional en coordinación con la Policía Municipal sigue al frente del módulo colocado en la presidencia municipal, a fin de canjearlas a través de una campaña, misma que consiste en la entrega de dinero (según el calibre) y una despensa a quien llegue para entregar sus armas, sin averiguación alguna.
En la campaña de Canje de Armas 2018, iniciada desde el 3 de octubre, se han recopilado 4 armas largas y 14 cortas, además de una granada de práctica y una de guerra.
Las granadas de práctica no tienen cargas explosivas, mientras que la de guerra contiene una carga activa que debe ser lanada en menos de cinco segundos.
Quien entregue sus armas de manera voluntaria y sin explicar nada, puede recibir de entre 500 y 3,500 pesos, porque el pago es de acuerdo al calibre, además de una despensa.
También se aceptan cargadores y cartuchos, aunque éstos últimos entran en la categoría de donación, se dijo de parte de los representantes policíacos y de la Sedena.
La campaña pasada terminó a mediados de diciembre y se recogieron 13 armas cortas, 76 largas y una granada.
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El personal que custodia este módulo, también ha ido a ejidos por espacio de una semana como el 6 de Octubre, Gregorio A. García, La Popular y Arturo Martínez Adame.
En lo que se refiere a la zona conurbada, han visitado Chapala, Filadelfia, 5 de Mayo, Miravalle y El Refugio.
Se trata de armas registradas o no ante la Sedena, además de que no se hace averiguación alguna.
Por lo tanto, es de esperarse que el día último reluzcan las armas, pues es tradición disparar al aire, aunque esto signifique un delito.
