El centralismo de poder sigue haciendo daño, porque todo gira en torno al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien ejerce su trabajo sin consultar a su gabinete a sus secretarios, quienes hacen mutis ante los problemas, y claro que esto provoca un país en bajada pese a la buena voluntad expresa en favor de los grupos desprotegidos.
“Pero si se le saca dinero a una bolsa, por lógica le debe entrar a la otra para sopesar la economía. Y es una contradicción que hay puesto o elegido gente que conoce de los problemas de los mexicanos, pero si no los escucha, esa es una incongruencia y por lo tanto no estamos lejos de afrontar una recesión que nos ponga a pensar en serio”, añadió el padre Julio Carrillo Gaucín.
López Obrador suelta dinero por doquier, pero no hay inversión, aunado ello a la problemática que representa hoy en día la inseguridad, pone en riesgo el país y más porque sigue indeciso en aplicar la ley, prueba de ello es que ya cualquier golpea a los elementos del ejército o la policía, cuando merecen respeto, dijo.
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Esto no se termina con un abrazo y vemos con tristeza como las fuerzas armadas son humilladas y claro que esto alienta los enfrentamientos y que cada quien “pase como Juan en su casa”, por la falta de autoridad y decisiones lógicas en la aplicación de la ley, observó.
Aseguró el vicario general de la Catedral de Gómez Palacio, que se respira un ambiente hostil, porque la estrategia para detener la delincuencia es fallida y al no funcionar, esto podría repercutir en otros sectores de la sociedad, tras observarse que los cuerpos de auxilio han sido rebasados.
“No hay duda que el presidente de la república es bien intencionado, pero le falta actuar bajo el consenso de sus gabinetes, el cual pareciera estará conformado por marionetas, que al menos movimiento hacen lo mismo, pero de seguir así, el país puede llegar a lo catastrófico, porque no mira más allá que sus entrevistas mañaneras que poco aportan y que comienzan a aburrir al telespectador.
Ahí está el campo, sin siembra de temporal, con agostaderos secos y sin pastos para los animales, sector que ha olvidado tras preocuparse mejor por atender a otros que no sean mexicanos, porque le sigue haciendo el trabajo a los presidentes de Guatemala, el Salvador y Honduras, cuando la prioridad son los de casa, dijo.
Urge el apoyo a los ejidatarios y por ello el Congreso debe apretar para que voltee los ojos y se dé cuenta que las comunidades agrarias también son parte del desarrollo luego que por decenas de años la CNC se ha estigmatizado y que ahora resulta un estorbo para los ejidatarios, porque sigue de adorno y para aplaudir el sistema en turno, subrayó.
