Tener un salero en la mesa es fundamental en los hogares de los mexicanos, muchos aseguran que la sal es lo que le da sabor a la comida, pero lo cierto es que el exceso de sodio es un problema de salud que da pie a enfermedades del sistema cardíaco como la hipertensión, pero también está asociado a la retención de líquidos.
De acuerdo con la Revista Del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), en su edición de julio, señala que uno de cada cuatro adultos en México padece hipertensión arterial y el 40 por ciento ignora que tiene la enfermedad.
El sodio, en cantidades adecuadas, tiene varias funciones necesarias para el buen funcionamiento del organismo, pero exceder su consumo en la dieta diaria puede ocasionar varios problemas, incluso, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Secretaría de Salud, del 60 por ciento de los hipertensos, solamente la mitad están controlados.
La principal causa de muertes por enfermedad la constituyen las llamadas “enfermedades no transmisibles”, como son la diabetes, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo asocia a la ingesta de gran cantidad de sodio.
Otro de los problemas son los accidentes cerebrovasculares, cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes, por lo que las células cerebrales comienzan a morir en minutos.
Los riñones comienzan a presentar fallas, su función pierde la mayoría de su capacidad para trabajar. Si esto te sucede puedes tener acumulación de productos de desecho y exceso de agua en tu cuerpo.
En ese mismo sentido, consumir sodio en exceso puede llevarte a retener líquidos, lo que conlleva al aumento de peso. Esto obliga a hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles normales, teniendo repercusiones importantes sobre el sistema cardiovascular, ya que eleva la presión arterial y ocasiona enfermedades renales, hepáticas e insuficiencia cardíaca
Es importante dejar claro que sodio y sal no son lo mismo, la revista del consumidor explica que el cloruro de sodio, conocido comúnmente como sal, es un compuesto de estructura cristalina que abunda en la naturaleza, está compuesta aproximadamente por 40 por ciento de sodio y el restante de cloro.
Algunos alimentos pueden tener alto contenido de sodio aun sin tener sabor salado, tomando como base el perfil de la OPS, en México la modificación a la norma NOM-051-SCFI/SSA-2010 establece el nuevo sistema de etiquetado frontal basado en sellos de advertencia y leyendas precautorias, donde se encuentra el sello de “EXCESO SODIO”.
Los alimentos que tengan mayor o igual a 350 mg de sodio por 100 mililitros o 100 gramos deben tener el sello de “EXCESO SODIO”, en ese sentido, Profeco analizó 80 productos de diferentes categorías que lo presentaban.
En todos los casos se verificó que los productos cumplieran con la cantidad del contenido neto declarado, los productos que no cumplieron fueron galletas Animalitos de 500 gramos, Tortillería Del Barrio de 315 gramos, ACT II de 90 gramos y Palomitas Soriana de 99 gramos.
Existen ideas que no son ciertas acerca de la reducción del consumo de sal, como que solo las personas mayores deben preocuparse por la cantidad de sal que consumen, el hecho de consumir demasiada sal aumenta la tensión arterial a cualquier edad.
