Comarca Lagunera.- Enjuiciar a las mujeres que este domingo se manifestaron en una marcha que cruzó las tres ciudades de dos estados es fácil. Pero cuando se sigue de cerca el contexto que las llevó a levantar la voz, se podría comprender un poco más de lo que pasa.
Diferentes colectivos llamaron a todas las mujeres de La Laguna para que se sumaran a esta marcha pacífica, como una manera de protestar por todas aquellas que perdieron la vida de forma violenta. Por otras aquellas que han sido violentadas física, verbal y sexualmente.
Por las niñas, por las jóvenes y las no tan jóvenes que han ocultado su voz ante la barbarie de quienes en algún momento pensaron que las amaban, que las protegían y al final las sobajaron, las humillaron, las ultrajaron y hasta quitaron la vida.
Mediante una ceremonia donde prendieron incienso con olor a copal y al toque de un caracol, las mujeres iniciaron la ruta de la marcha pacífica que en vez de 2 horas se prolongó cuatro horas y media.
Durante su recorrido, las consignas eran las mimas, “Somos la voz de las que ya no están”, “No queremos limosna, queremos justicia”, “Ni una más”, “Ni una menos”, “Somos el grito de las que ya no están”, “Mujer no es sinónimo de madre”, “Mi cuerpo es mío, no se toca, no se viola, no se mata”, “Yo si te creo”, “Basta de callar para encubrir a los familiares”.
En mayoría, las mujeres fueron vestidas de negro; las que estaban a favor del aborto con pañuelos verdes; todo lo que tenía que ver con el movimiento feminista de morado.
La marcha inició con las ‘Mujeres Poderosas’, hijas, madres, hermanas de todas aquellas que perdieron la vida y que aún no se les hace justicia; luego todos los colectivos de mujeres independientes. También se unieron aquellas que se manifestaron a través de su arte, con batucada, con cantos, al final quienes iban en bicicleta. Y, soportando el peso de todas ellas, los vehículos que llevaron abastecimiento de agua.
El clima fue benévolo, también se sumó a la marcha, el hermano sol se ocultó con sus hermanas las nubes, para soportar una ruta que fue cansada, que desgarró las gargantas de quienes piden justicia.
En la Plaza Mayor, estaba un altar gigante, donde las fotos de todas aquellas que han desaparecido, teñido de rojo, por la sangre que se derramó y se limpió para borrar las huellas, pero el recuerdo sigue vivo, a flor de piel en busca de justicia.
Además, las mujeres compartieron su dolor y el porqué de la marcha y fue quizá cuando algunos comprendimos el sentido.
EL DÍA SIN MUJERES
Este lunes será todo lo contrario, será para crear conciencia y no solo para faltar a clases o al trabajo. Se hará un paro nacional para tratar de simular una desaparición. Por aquellas 10 mujeres que de verdad desaparecen a diario en México.
No generar ni un solo peso y hacer conciencia de cómo sería un día sin mujeres para los demás, incluso otras mujeres.
