Por los horarios extensos que cubren, a veces en condiciones adversas y sin los insumos necesarios, así como desabasto de medicamentos y falta de equipo, los médicos y las enfermeras, de los hospitales y clínicas de la secretaría de Salud del Estado, deberían de recibir atención psicológica permanente.
Diputada Zulmma Verenice Guerrero, externó lo anterior al precisar que ellos son los responsables de brindar un buen servicio a los pacientes, durante jornadas laborales agotadoras y delicadas, por lo que ellos también requieren de algún tipo de atención.
Destacó que médicos y enfermeras, así como otras personas que ayudan a otras, en este caso a los enfermos, están expuestas al Síndrome de Burnout, trastorno emocional vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado.
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“Este síndrome puede tener consecuencias muy graves, tanto a nivel físico como psicológico. Los síntomas más comunes son la depresión y la ansiedad, motivos de la gran mayoría de las bajas laborales”, agregó.
Añadió que los profesionales de la salud desempeñan un papel de cuidadores exhaustivo y demandante, por lo que también requieren bienestar físico y sicológico para su mejor desempeño laboral, con un descanso apropiado.
Refirió que el derecho a la salud es universal y aplicable a todos los mexicanos sin importar condición social, económica o cultural, y la misma Constitución Mexicana refiere que toda persona tiene derecho a la protección de la salud.
“Y en ese ejercicio de garantizar los derechos de salud, también debemos garantizar los derechos laborales de quienes prestan los servicios médicos… no sólo esos derechos, sino la capacitación y esparcimiento de enfermeras en servicio y jubiladas. En el caso de las enfermeras son la base de una atención adecuada a los derechohabientes”.
Se necesita, dijo, destinar recursos para un programa estatal de atención integral dirigido a enfermeras y médicos, activos y jubilados, para atender el Síndrome de Burnout.