La deuda heredada del SAPAL, con la Planta Tratadora de Aguas Residuales, se elevó de 400 a más de 500 millones de pesos, por lo que no se ha podido llegar a un acuerdo entre las partes involucradas, esto pese a que el organismo operador ha realizado varias reuniones con la empresa Ticsa.
Así lo declaró el director del SAPAL, Gustavo Samaniego Holguín tras ser cuestionado sobre el particular, por lo que añadió que se le complica la situación por este cobro al organismo operador.
Es justo mencionar que en una de las cláusulas del contrato firmado hace alrededor de once años, se estableció que en caso de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) deje de comprar las aguas producidas, sería el SAPAL el responsable de pagar una cantidad de volumen generado.
Por tal motivo, el director del SAPAL comentó que los dueños de la planta tratadora en la última reunión le pidieron que presentara un requerimiento de reconocimiento de pago.
“Yo estoy analizando que beneficios, podríamos tener al firmar un reconocimiento de pago, porque con este documento me estoy echando la soga al cuello”, explicó.
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La situación es a consecuencia del establecimiento de convenios y contratos pasados, que en una u otra administración iba a “tronar” el problema existente por una cláusula que sin duda alguna afecta al SAPAL y al Ayuntamiento de Lerdo.
La empresa solicitó al SAPAL el reconocimiento de pago para cobrarle a la CFE, aunado a un descuento de 25 millones de pesos, lo cual es mínimo a la suma total del monto pendiente del orden de los 550 millones de pesos para el SAPAL.