Torreón, Coahuila.- Son ya 24 años los que lleva la Casa del Anciano del Padre Estala, de cumplir con la noble causa de brindar una vida de calidad a los adultos mayores, dando la mejor atención posible en temas médicos, de psicología, alimenticios, religiosos, entre otros, contando actualmente este lugar con una población de 35 personas y una estancia permanente, tomándose medidas desde el inicio de la pandemia con el fin de cuidar su salud, como el no permitirse las visitas.
Fue en el año de 1996, cuando el presbítero David Estala Silva (fallecido) creó la Casa del Anciano del Padre Estala, con el único fin de apoyar a las personas de la tercera edad, principalmente a aquellas que fueron abandonadas a su suerte en las calles, teniendo por misión el mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, intercambiando programas de terapia ocupacional, salud, entretenimiento, lazos familiares, canalizando recursos y esfuerzos de la ciudadanía, empresas, instituciones religiosas, grupos de ayuda nacional e internacional y del gobierno, para el bienestar de este gran grupo.
Actualmente, este lugar cuenta con 24 habitaciones con cama doble y una capacidad de atención para 48 personas, existiendo una población de 35 inquilinos, 20 varones y 15 mujeres.
Andrés Astorga, voluntario en la administración de esta Casa del Anciano, destacó que se ofrece casa y sustento a personas de la tercera edad que vienen en condiciones de pobreza extrema, de abandono, de maltrato o indigentes, solventando los gastos que se generan para dar una atención integral que es servicio de enfermería, fisioterapia, el tema alimenticio con personal de nutriología, entre otros.
Para la operación de la casa, se cuenta con el valioso apoyo de la Congregación de la Divina Providencia, a través de las madres religiosas que ayudan en la parte espiritual.
En el tema de las visitas, actualmente están estrictamente prohibidas por la contingencia sanitaria por el Covid-19 y si, por una cuestión de urgencia, alguna persona requiere ingresar, tiene que pasar por un cerco sanitario que consta de la toma de temperatura y de la saturación de oxígeno, además de desinfectarse las plantas de los pies, lavado con gel antibacterial de las manos y contestar un leve cuestionario si han presentado síntomas que están relacionados con el virus, destacando que no ha habido ningún caso de contagio.
“Pretendemos tener ancianos tranquilos, que puedan disfrutar de la mejor manera posible sus últimos años, en compañía de personas con características muy similares para que se acompañen en este caminar”.
“Resaltar la importancia del cuidado del adulto en plenitud, en un entorno de responsabilidad y alegría, inserto en una vida cotidiana donde todos tenemos la posibilidad de soñar, experimentar, divertirse y vivir con integridad”, resaltó Andrés Astorga.
Para donativos y ayuda a favor de la Casa del Anciano, se tiene disponible la cuenta de BanRegio 082007490018 con clabe bancaria 058060820074900188.