Torreón, Coahuila.- Durante un concierto en la Feria de Torreón, en el año 2018, Abigail Nava vio por primera vez a la persona que la enamoró, misma que casi le quita la vida.
Se conocieron por amigos en común y días después él le mandó solicitud por Facebook, aceptó y se pusieron de acuerdo para ir a otro baile, en donde le compró todas las flores que pudo: “Yo creo que fueron más de 400 rosas”.
Al mes de salir, mostró las primeras actitudes de violencia, al revisarle su celular y decirle que era una “puta” y un “pendeja” por tener conversaciones y llamadas con amigos.
Además, la cuestionó por traer dinero para salir y comprar ropa, a lo que ella le respondió que trabajaba.
Fue entonces cuando le pidió que cambiara de número telefónico y eliminara todos sus contactos.
“Y lo hice. Compré un nuevo chip, eliminé a todos mis amigos y tenía que avisarle en donde andaba con todo y ubicación. También me prohibió ir al gimnasio”.
“Después me pidió que ya no viviera en una casa que yo rentaba, porque le quedaba lejos. Me dijo que me fuera a una casa que tenía su mamá y que a ella le pagara la renta, y accedí”.
Ya viviendo en casa de su mamá, fue cuando la golpeó por primera vez y de ahí las agresiones físicas no pararon.
De hecho, lo denunció; sin embargo, la obligó a ir a la Fiscalía a retirar la demanda bajo la promesa que iba a cambiar.
“Y luego me sacó de la casa que rentaba y me dijo que nos fuéramos a casa de su mamá y que me saliera del trabajo. Pedí licencia en mi trabajo por seis meses, me salí y nos fuimos con su mamá. Ahí vino lo peor, todo los días me pegaba”.
De igual manera, le quitó su celular y si su familia quería comunicarse con ella, debían hacerlo a través del agresor.
Así sufrió Abigail durante dos años e incluso fue amenazada de muerte con un cuchillo: “También me sacaba desnuda a la calle y me decía que ahí me sentara”.
Fue un día, en el que era estrangulada y empezó a ver borroso que supo que si seguía ahí las consecuencias iban a ser fatales. “Supe que me iba a matar y que no podía quedarme ahí”, compartió Abigail.
Por motivo de un procedimiento legal en contra su ex, no se puede mencionar su nombre; sin embargo, él la sigue amenazando.
“Todavía hace un mes me mandó mensajes para amenazarme de muerte”.
Abigaíl Nava hizo público su caso en las redes sociales para alarmar sobre la problemática que viven mujeres que por estar sometidas o enamoradas no se atreven a denunciar y pedir ayuda.
“Si te das cuenta que estás en un círculo de violencia, da mucho miedo y sufres amenazas, pero desde que yo decidí denunciar y alejarme de él, mi vida cambió completamente y se llenó de bendiciones”.
“Vivir de una manera sana es lo mejor. Por eso, no se callen, vayan y denuncien, pero también hay que darle seguimiento y presionar a las autoridades para que nos hagan caso”.