/ domingo 25 de abril de 2021

Su historia de vida logró que la productora de Brad Pitt se interesara en filmarla

Se convirtió en neurocirujano después de grandes obstáculos

Tratando de acabar con los estereotipos del mexicano e incluso con la comunidad latina, en donde se les da papeles a las personas de habla hispana de narcotraficantes en películas extranjeras y así estigmatizando de algún modo a un indocumentado, Alfredo Quiñones Hinojosa, mejor conocido como Dr. Q le apostó a su historia de vida, la cual será filmada con la productora Plan B Entertainment, donde el actor Brad Pitt es parte, productora a la que le dijo sí y con la cual aportará una historia diferente.

Y es que por falta de perspectivas muchos han catalogado a los latinos y los han hecho partícipes dentro de la vida del narcotraficoa, sin darle espacio a más historia que no siempre terminan en delincuencia o drogas, por lo que Alfredo Quiñones se abrió paso a una historia diferente.

El Doctor Q es un neurocirujano mexicano, quien recide actualmente en Jacksonville, Florida, luego de haber sido un agricultor indocumentado en su juventud. Se ha abierto puertas dentro del mundo de la ciencia, destacándose como director de neurocirugía de la Clínica Mayo, siendo una clínica reconocida a nivel mundial. Además, ha sido protagonista de un capítulo de la serie Ases del bisturí de la plataforma Netflix, donde deja ver una operación a un paciente que está despierto y logra estirparle un tumor con su cráneo abierto.

Alfredo Quiñones contó para una entrevista cómo fue cuando trató de cruzar la primera vez el muro que separa a México con Estados Unidos, señalando que el muro medía alrededor de 7 a 8 metros de altura y con alambres de púas para evitar que la gente se trepara al muro. No obstante, con 19 años de edad, él decidió saltar el muro a pesar de los obstáculos visibles que se le presentaban.

Antes de ser un inmigrante más, recuerdó estragos de su infancia, cuando la pobreza fue parte de su día a día; donde vio a una madre joven e inexperta en la materia, además de la pérdida de una hermana, quien falleció por deshidratación durante los primero meses de nacida a causa desu situación económica.

Proveniente de Mexicali, Baja California, Doctor Q. nunca vio barreras en su camino, siendo el héroe de sus padres y de sus 4 hermanos menores, a quienes creía poder salvar con sus "poderes" mientras soñaba, sin embargo, no podía lograrlo, por lo que siempre quiso buscar soluciones de enfermedades, tal y como lo es el cáncer, el cual espera que se encuentre una cura para poder llevarlo a los más necesitados y quienes no tienen acceso a la salud.

En retroceso, cuando era un adolescente de 14 años ya se visualizaba al otro lado del muro, en donde se vivía el sueño americano, y en dónde pensaba más allá de un concreto enorme, pues también creía en las barreras y obstáculos que mentalmente se puede llegar a pensar, las barreras que, según cita, la gente humilde puede llegar a toparse.

Con dos intentos para cruzar el gran muero, uno fallido, y por el cual tuvo que volver a intentarlo, logró saltar a la autoridad estadounidense. En aquel entonces, señala, tuvo que analizar los monitoreos de las patrullas, conocer los horarios de cada una de las rondas, y cuando logró conocer a precisión la actividad de la policía de inmigración pudo volver a cruzar, y una vez que estuvo del otro lado, se echó a andar.

Asimismo, relató cómo fue su primer intentó fallido, pues a pesar de que supo subir el muro y logró meterse entre el alambre de púas para llegar a Calexico, Estados Unidos, la policía lo detuvo y estuvo un día detenido durante un día, para posteriormente deportarlo del país.

A pesar de no contar con familia, amigos, familiares o personas cercanas a él, nunca desistió y evitó mirar atrás para no retroceder. El joven de 19 años, el que llegó al extranjero sin compañía, comenzó a trabajar en una empresa agrícola, donde extirpaba la maleza y recolectaba tomates por una paga de 3.5 dólares la hora.

Ahora, el médico, al recordar la situación por la que vivió, señala que no se arrepiente de nada, pues se impresiona que sus manos que ahora utiliza para realizar cirugías son las mismas que utilizó para recolectar tomates.

Además, vio otros caminos para no estancarse, como se lo hubiese recordado un primo, quien le dijo que el campo estaba hecho para aquellos que estaban viviendo como indocumentados, no obstante, para el médico Alfredo Quiñones fue un empuje para buscar algo más.

Fue durante un tiempo que se dedicó a limpiar tanques de ferrocarriles, pero ahora aprovechaba su tiempo libre para estudiar inglés. Fue soldador y mayordomo en la empresa de ferrocarriles y al cumplir una decada en aquel país, pudo convertirse en ciudadano estadounidense, gracias a las políticas de inmigración de aquel entonces.

Sin embargo, las aspiraciones del Doctor Q. no llegaron ahí, y aunque trabajó de sol a sol no dejó de visualizarse en estudiante de ciencia. Por lo que unos años deespués, decidió entrar a la Universidad de Berkeley, en California.

Con más sacrificios para poder entrar a la Universidad, el Doctor Q. pidió apoyo del Gobierno para realizar préstamos, así como solicitando becas y el trabajo que realizaba en laboratorios, esto con la finalidad de poder cubrir los gastos como estudiante.

De ahí, pudo lograr más cimientos, haciéndose de una Licenciatura como Médico en la Facultad de Medicina en Harvard, donde se destacó por terminar la carrera con honores, además, continuó con la Universidad de San Francisco, donde estudió la especialidad de neurocirugía.

Una vez terminadas sus estudios, no quiso detenerse, por lo que llegó a la Universidad de John Hopkins donde se desempeño como profesor de Neurocirugía y Oncología, Neurología y director del Laboratorio de Célular Madres tumorales cerebrales.

Después de grandes logros y poder pagar los préstamos que había pedido al Gobierno, los cuales señaló habían sido una inversión para él, logró publicar su libro, " Dr. Q: La historia de cómo un jornalero migrante se convirtió en neurocirujano".

Este libro le abrió las puertas al mundo de la cinematografía, pues el director de la película 12 años de esclavitud, Jeremy Kleiner, se interesó en su historia y así crear una película sobre su vida. Asimismo, en el año 2015, la revista Forbes lo nombró como "una de las mentes más brillantes de México en el mundo", justo antes de que se comenzaran a escribir el guión.

Con 8 libros sobre neurocirugía, siete libros que están por salir, así como un gran número de artículos sobre medicina han hecho que el Doctor Q continuécon un labor no solo médica sino humana, pues señala que prefiere dar la confianza y esperanza a sus pacientes que recibir halagos por sus trabajos.

Actualmente, es parte de una investigación la cual es financiada por la máxima autoridad estadounidense en salud, para poder dar con una cura para el cáncer cerebral, además de dirigir una organización llamada BRAIN para aquellos pacientes que no pueden pagar sus tratamientos neuroquirúrgicos.

Tratando de acabar con los estereotipos del mexicano e incluso con la comunidad latina, en donde se les da papeles a las personas de habla hispana de narcotraficantes en películas extranjeras y así estigmatizando de algún modo a un indocumentado, Alfredo Quiñones Hinojosa, mejor conocido como Dr. Q le apostó a su historia de vida, la cual será filmada con la productora Plan B Entertainment, donde el actor Brad Pitt es parte, productora a la que le dijo sí y con la cual aportará una historia diferente.

Y es que por falta de perspectivas muchos han catalogado a los latinos y los han hecho partícipes dentro de la vida del narcotraficoa, sin darle espacio a más historia que no siempre terminan en delincuencia o drogas, por lo que Alfredo Quiñones se abrió paso a una historia diferente.

El Doctor Q es un neurocirujano mexicano, quien recide actualmente en Jacksonville, Florida, luego de haber sido un agricultor indocumentado en su juventud. Se ha abierto puertas dentro del mundo de la ciencia, destacándose como director de neurocirugía de la Clínica Mayo, siendo una clínica reconocida a nivel mundial. Además, ha sido protagonista de un capítulo de la serie Ases del bisturí de la plataforma Netflix, donde deja ver una operación a un paciente que está despierto y logra estirparle un tumor con su cráneo abierto.

Alfredo Quiñones contó para una entrevista cómo fue cuando trató de cruzar la primera vez el muro que separa a México con Estados Unidos, señalando que el muro medía alrededor de 7 a 8 metros de altura y con alambres de púas para evitar que la gente se trepara al muro. No obstante, con 19 años de edad, él decidió saltar el muro a pesar de los obstáculos visibles que se le presentaban.

Antes de ser un inmigrante más, recuerdó estragos de su infancia, cuando la pobreza fue parte de su día a día; donde vio a una madre joven e inexperta en la materia, además de la pérdida de una hermana, quien falleció por deshidratación durante los primero meses de nacida a causa desu situación económica.

Proveniente de Mexicali, Baja California, Doctor Q. nunca vio barreras en su camino, siendo el héroe de sus padres y de sus 4 hermanos menores, a quienes creía poder salvar con sus "poderes" mientras soñaba, sin embargo, no podía lograrlo, por lo que siempre quiso buscar soluciones de enfermedades, tal y como lo es el cáncer, el cual espera que se encuentre una cura para poder llevarlo a los más necesitados y quienes no tienen acceso a la salud.

En retroceso, cuando era un adolescente de 14 años ya se visualizaba al otro lado del muro, en donde se vivía el sueño americano, y en dónde pensaba más allá de un concreto enorme, pues también creía en las barreras y obstáculos que mentalmente se puede llegar a pensar, las barreras que, según cita, la gente humilde puede llegar a toparse.

Con dos intentos para cruzar el gran muero, uno fallido, y por el cual tuvo que volver a intentarlo, logró saltar a la autoridad estadounidense. En aquel entonces, señala, tuvo que analizar los monitoreos de las patrullas, conocer los horarios de cada una de las rondas, y cuando logró conocer a precisión la actividad de la policía de inmigración pudo volver a cruzar, y una vez que estuvo del otro lado, se echó a andar.

Asimismo, relató cómo fue su primer intentó fallido, pues a pesar de que supo subir el muro y logró meterse entre el alambre de púas para llegar a Calexico, Estados Unidos, la policía lo detuvo y estuvo un día detenido durante un día, para posteriormente deportarlo del país.

A pesar de no contar con familia, amigos, familiares o personas cercanas a él, nunca desistió y evitó mirar atrás para no retroceder. El joven de 19 años, el que llegó al extranjero sin compañía, comenzó a trabajar en una empresa agrícola, donde extirpaba la maleza y recolectaba tomates por una paga de 3.5 dólares la hora.

Ahora, el médico, al recordar la situación por la que vivió, señala que no se arrepiente de nada, pues se impresiona que sus manos que ahora utiliza para realizar cirugías son las mismas que utilizó para recolectar tomates.

Además, vio otros caminos para no estancarse, como se lo hubiese recordado un primo, quien le dijo que el campo estaba hecho para aquellos que estaban viviendo como indocumentados, no obstante, para el médico Alfredo Quiñones fue un empuje para buscar algo más.

Fue durante un tiempo que se dedicó a limpiar tanques de ferrocarriles, pero ahora aprovechaba su tiempo libre para estudiar inglés. Fue soldador y mayordomo en la empresa de ferrocarriles y al cumplir una decada en aquel país, pudo convertirse en ciudadano estadounidense, gracias a las políticas de inmigración de aquel entonces.

Sin embargo, las aspiraciones del Doctor Q. no llegaron ahí, y aunque trabajó de sol a sol no dejó de visualizarse en estudiante de ciencia. Por lo que unos años deespués, decidió entrar a la Universidad de Berkeley, en California.

Con más sacrificios para poder entrar a la Universidad, el Doctor Q. pidió apoyo del Gobierno para realizar préstamos, así como solicitando becas y el trabajo que realizaba en laboratorios, esto con la finalidad de poder cubrir los gastos como estudiante.

De ahí, pudo lograr más cimientos, haciéndose de una Licenciatura como Médico en la Facultad de Medicina en Harvard, donde se destacó por terminar la carrera con honores, además, continuó con la Universidad de San Francisco, donde estudió la especialidad de neurocirugía.

Una vez terminadas sus estudios, no quiso detenerse, por lo que llegó a la Universidad de John Hopkins donde se desempeño como profesor de Neurocirugía y Oncología, Neurología y director del Laboratorio de Célular Madres tumorales cerebrales.

Después de grandes logros y poder pagar los préstamos que había pedido al Gobierno, los cuales señaló habían sido una inversión para él, logró publicar su libro, " Dr. Q: La historia de cómo un jornalero migrante se convirtió en neurocirujano".

Este libro le abrió las puertas al mundo de la cinematografía, pues el director de la película 12 años de esclavitud, Jeremy Kleiner, se interesó en su historia y así crear una película sobre su vida. Asimismo, en el año 2015, la revista Forbes lo nombró como "una de las mentes más brillantes de México en el mundo", justo antes de que se comenzaran a escribir el guión.

Con 8 libros sobre neurocirugía, siete libros que están por salir, así como un gran número de artículos sobre medicina han hecho que el Doctor Q continuécon un labor no solo médica sino humana, pues señala que prefiere dar la confianza y esperanza a sus pacientes que recibir halagos por sus trabajos.

Actualmente, es parte de una investigación la cual es financiada por la máxima autoridad estadounidense en salud, para poder dar con una cura para el cáncer cerebral, además de dirigir una organización llamada BRAIN para aquellos pacientes que no pueden pagar sus tratamientos neuroquirúrgicos.

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