Sin decir nada, apagaron por completo las luces del Teatro Nazas para envolvernos en el mundo inicial de Ara, como si estuviéramos encerrados en un garage, sólo colándose una luz azul con el único sonido que se percibía de unas notas de piano, para después acompañarse de los demás músicos, amigos que se convirtieron en familia y acompañan al virtuoso Ara por todo el mundo.
Impresionó a todos con la manera de tocar su valioso instrumento musical, el violín, que pareciera ser una extremidad más de su cuerpo por la naturalidad y perfecta coordinación de brincar, bailar y saltar.
Ara lideraba con movimientos, mirada y sonrisa a los 7 genios musicales que le acompañaban para juntos arriba del escenario lograr una fusión atrevida y muy bien lograda de rock con la música clásica.
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Hacía una pausa después de cada obra de arte entregada al público para mostrar una cualidad nata de Ara, de extraordinario orador para entretener al público con sus anécdotas que parecían ficción, aunque él aseguraba que era 100% reales.
Sois muy guapos, muy sabroso Torreón, estoy feliz de estar aquí
Ara Malikian
Ara Malikian dijo, este concierto es muy especial, porque experimentaremos cada pasaje que he vivido, recuerdo mucho que en los años 70 Líbano estaba en guerra y mi padre nos llevaba al garage para protegernos de las bombas, pero yo no quería ir y me decía que abajo se encontraban los Beatles, cuando bajaba sólo estaba mi abuela, vecinos y tíos con instrumentos de cocina para callar el sonido de la terrible guerra con música, por cierto, nunca vi a John y George.
Se entregó a Torreón de una manera increíble y fue de igual manera correspondido con su manera tan peculiar de crear música, como en su manera tan auténtica y natural de dirigirse al público.