El actor estadounidense, ganador de un oscar, Leonardo DiCaprio donó 10 millones de dólares a Ucrania según informó el portal Polish News. DiCaprio habría hecho la donación ya que su abuela Helena es de origen ucraniano.
El actor fue criado por su madre, Irmelin y se abuela, Helena, quienes lo acompañaron en los estrenos de algunas de sus películas como Titanic y El Hombre de la máscara de hierro. Helena, nació en Odessa, una ciudad al sur de Ucrania, para luego trasladarse a Alemania en 1917.
La donación de 10 millones de dólares fue revelada por el Fondo Internacional de Visegrado, organismo que promueve el desarrollo del Este.
Actores ucranianos apoya a su país
Otros actores de origen ucraniano que apoyaron la causa de su país son Mia Kunis, quien junto a su marido Ashton Kutcher se comprometieron a igualar las donaciones que se reciban, con el objetivo de recaudar 30 millones de dólares. La pareja reveló que actualmente van a la mitad del camino con 15 millones de dólares. Los fondos recaudados se usarán para albergar a los refugiados ucranianos que tuvieron que huir de su país debido a la guerra.
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Mia Kunis nació en Chernivtsi, al sur de Ucrania, en 1983, años después en 1991 se trasladó a los Estados Unidos. “Siempre me he considerado una americana, una americana orgullosa. Pero hoy, nunca he estado más orgullosa de ser ucraniana”, dijo en un vídeo publicado en Instagram. Mientras que su marido, Ashton Kutcher explicó “Nunca he estado más orgulloso de estar casado con una ucraniana”
Milla Jovovich, conocida por protagonizar las películas de Resident Evil, nació en Ucrania y también se pronunció sobre la guerra:
Estoy desconsolada y aturdida tratando de procesar los acontecimientos de esta semana en mi lugar de nacimiento, Ucrania. Mi país y mi gente han sido bombardeados. Amigos y familiares escondidos. Mi sangre y mis raíces provienen tanto de Rusia como de Ucrania. Me parto en dos al ver el horror que se está produciendo, la destrucción del país, el desplazamiento de las familias, toda su vida en fragmentos carbonizados a su alrededor. Recuerdo la guerra en la patria de mi padre, la antigua Yugoslavia, y las historias que mi familia cuenta sobre el trauma y el terror que vivieron. La guerra. Siempre la guerra. Líderes que no pueden traer la paz. La interminable fuerza del imperialismo. Y siempre, el pueblo paga con sangre y lágrimas”
