Empresas como Disney o Amazon son consideradas como algunas de las más ricas del mundo. Esto no es del todo cierto, ya que existe otra empresa sin tantos reflectores que supera en riqueza a las antes mencionadas. Te explicamos quien es ‘BlackRock’, la empresa más rica y poderosa del mundo, pero que para muchos es ‘desconocida’.
BlackRock es la primera gestora de fondos del mundo. Se estima que gestiona alrededor de 6,3 billones de dólares, casi tanto como PIB conjunto de Alemania y Francia.
Tiene contacto directo con los gobiernos e instituciones financieras, pues les aconseja cómo actuar y lo mismo hace con las compañías en las que resulta ser el principal accionista. La Comisión Europea teme que tenga un efecto dañino sobre la competencia que termina en una mayor desigualdad.
Se le considera una empresa largoplacista, pues busca rentabilidades para nutrir, por ejemplo, uno de sus principales negocios: los planes de pensiones de los asalariados que ya no confían en el Estado de bienestar. Es un capitalismo que reescribe las reglas del contrato social.
La gran mayoría de estos inversores, como reconoce Larry Fink, director general de BlackRock, pierden confianza en el Estado y buscan en el sector privado las garantías de subsistencia que el sector público no ofrece. Las herramientas de ahorro a largo plazo, como los planes de pensiones, son la prioridad de la compañía.
BlackRock y sus competidores son hoy los principales accionistas en casi todas las grandes multinacionales, corporaciones que no pueden ignorar sus consejos estratégicos. Bayer y Monsanto, por ejemplo, se han fusionado, en gran parte gracias a la presión de BlackRock, principal accionista de ambas.
El common ownership, que significa poseer acciones de empresas del mismo sector, afecta a la competencia y, según Fiona Scott, ex fiscal antimonopolio del Departamento de Justicia de EE.UU., es una fuerza decisiva para consolidar los monopolios.
Toda esta situación ha llevado a que Margrethe Vestager, comisaria de la Unión Europea para la competencia, haya ordenado una investigación. Cuando una institución tiene intereses en varias empresas que compiten entre sí, como es el caso de BlackRock, aparece un incentivo para reducir la competencia.
Por otra parte, la comisión anti monopolio del Gobierno alemán considera que la falta de incentivos a la competencia no puede atribuirse a lo que hagan los inversores institucionales como BlackRock. Mientras que Michael Theurer, diputado del partido liberal (FDP) en el Bundestag, opina que “gracias a su gran tamaño, BlackRock tiene un poder de mercado que ningún Estado puede controlar. Esto socava las reglas básicas de nuestra economía de mercado”
¿A qué se dedica BlackRock?
BlackRock nació en Nueva York en 1988 y sus principales atractivos desde entonces han sido ofrecer productos de inversión pasiva y una gran capacidad para minimizar el riesgo. La inversión pasiva se realiza a través de productos como los ETFs (Exchange Traded Funds).
La empresa trabaha mediante un sistema central de operaciones, un cerebro que le permite saber lo que tiene y lo que tendrá: el program Aladdin. Este calcula el riesgo y toma las decisiones de compra-venta, y lo hace tan bien que BlackRock lo cede (a cambio de una tarifa) a otros inversores.
Debido a que miles y miles de operadores (traders) ven el mundo a través del telescopio de Aladdin se dispara el riesgo de que un mal análisis de la empresa provoque un desastre global. Es por esto que muchos especialistas y gobiernos consideran que nuestro presente y nuestro futuro están en manos de BlackRock, la empresa más rica y poderosa del mundo, ‘desconocida’ para muchos.
