Torreón, Coahuila.- Dada la polémica que se ha seguido suscitando por la aprobación o no del Dióxido de cloro en pacientes que se han contagiado por el SARS-COV2 Covid-19, Aurelio Maldonado Cabrera, investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), campus Gómez Palacio, reprobó de manera categórica el uso indebido de este componente químico que incluso podría causar la muerte.
“En primer lugar, hay cuatro anhídridos de cloro que están hechos de no metales y oxígenos: anhídrido hipocloroso, anhídrido cloroso, anhídrido clórico y anhídrido preclórico, pero son compuestos formados por no metales y el oxígeno, los cuales cuando se mezclan con agua se convierten en ácidos fuertes”.
“Los ácidos que se forman son específicamente el ácido hipocloroso, ácido cloroso, ácido clórico y el ácido preclórico, y ese tipo de compuestos químicos es como si ustedes quisieran tomar en su desayuno un vaso de lo que se usa para limpiar el baño. Es anti natural”.
Asimismo, cuestionado sobre qué son las fórmulas magistrales, el investigador reprobó este tipo de métodos o remedios de los tradicionalmente conocidos como ‘medicamentos milagrosos’, “pero que desgraciadamente no se utilizan en países de primer mundo como en Europa, eso que están haciendo se utiliza en Estados Unidos, pero está prohibido”.
El científico y egresado de la Faculta de Ciencias Químicas de la UJED y originario del Municipio de Francisco I madero, de la comunidad de Florencia, Coahuila, explicó a detalle y con datos números que, “por ejemplo, ese tipo de anhídridos se utilizó como antimicrobiano pero para la desinfección del agua potable, para eso sí es bueno, pero bajo ciertas normativas, porque solamente se requiere 0.8 partes por millón. Quiere decir que son 0.8 milígramos por cada metro cúbico que son cantidades muy pequeñas, pero en el cuerpo humano solamente puede tolerar 0.3 partes por millón que todavía son cantidades más pequeñas”.
Enfatizó que el Dióxido de cloro, para ser un potabilizador de agua es ‘excelente’, “pero en una situación a la desesperada se utilizó para tratar de curar el sida, el cáncer, la hepatitis, la malaria, los resfriados, hasta que se prohibió su uso en el 2018, hace ya dos años; entonces esta es una moda que hay en Estados Unidos, pero aparentemente todo lo que viene de allá es bueno, pero por ejemplo si no se utiliza en Europa es porque no es recomendables”, añadió.