Torreón, Coahuila. – Cada 2 de abril se conmemora el Día Internacional del Autismo, una condición que actualmente la sociedad desconoce del todo y a la que año con año más y más personas se enfrentan, pues es común escuchar o conocer de personas que tienen un hijo o familiar que le fue diagnosticado el autismo, algo para lo que parece no estar listo aún la sociedad de la Comarca Lagunera.
En palabras de Esteban Arredondo, padre de Emilio, un joven lagunero de 20 años diagnosticado con autismo, esto es difícil de comprender y de entender, pues asegura que el saber que su hijo no tendría las mismas habilidades sociales para disfrutar de su infancia es duro de aceptar, pero agradece a Dios pues ha sido una prueba que le ha reforzado la fe y sobre todo la confianza y el amor por su familia.
“Mi esposa y yo nos dimo cuneta que algo le pasaba a Emilio, pues tenía problemas para comunicarse y seguir instrucciones, por lo que en un inicio nos fue difícil entenderlo y fue gracias a una maestra que Dios nos cruzó en la vida para ayudarnos a comprender esta condición y de ahí inicio nuestra lucha como papas por desarrollar nuestra capacidad de tolerancia, pues en un inicio es un golpe que te cambia la vida, pero todo es para bien”, mencionó.
Asimismo, aseguró que otra persona importante que agradecen haberse cruzado en su camino como padres, fue Salvador Rodarte, quien por más de 11 años contribuyó demasiado en el crecimiento de Emilio, pues él tenía un modelo de estudio muy bueno para los niños autistas y que en un inicio a él como padre le costó aceptar y apoyar.
Menciona que algo que le ha ayudado demasiado a Emilio es el entrenamiento o guía de sombras, pues en nace a eso él ha aprendido y desarrollado mucho sus habilidades, así como también la natación, pues menciona que el terapeuta les indició que era de vital importancia desarrollará habilidades deportivas para poder manejar de buena manera su ansiedad, algo característico en las personas autistas al tener sus sentidos al máximo siempre, “yo me negaba a que mi hijo aprendiera natación, tenía miedo, pensaba que se iba a ahogar o se iba a ver afectado y ahí es cuando te das cuenta que los mismo padres de familia somos los que ponemos limitaciones a nuestros hijos”, comentó.
En tanto, Esteban Arredondo padre de Emilio, asegura que hoy en día la información y la sensibilización a la sociedad respecto al tema ha ido en aumento, sin embargo, es muy lento y no ve grandes avances como si los ha habido en otras partes del mundo, pues asegura que si bien ya no tienen que viajar a Monterrey por alimentos indicados para su hijo como si lo hacían hace más de 12 años, ya hoy en día en ese aspecto la sociedad ha mejorado y se pueden encontrar alimentos indicados para ellos en supermercados regionales.
Asociaciones y gente lucra con la causa del autismo
De la misma forma señaló que desgraciadamente mucha gente en la región ha lucrado con este tema, pues a través de actividades deportivas y cenas de gala él sabe de gente que se dice ser especialistas en educación para niños autistas, solo recaudan y llenan sus bolsillo sin mejorar sus instalaciones no contar con gente experta en el manejo y convivencia de niños autistas e incluso con instalaciones deficientes pero que cuentan con mucho apoyo de la sociedad debido a la desinformación que existe sobre el tema y que esta gente toma y abusa del buen corazón de las personas que apoyan.
Señala que de primera mano ha constatado que sus métodos de estudio no es el correcto, pues solo reúnen a varios niños autistas al estilo guardería y le ponen a los niños cascos o artículos de contra peso, para que no se lastimen, cuando desgraciadamente solo van a propiciar que los niños no mejoren en lo absoluto y en lugar de mejorar su condición empeoran, pue ha entendido que lo fundamental para una persona autista es que conviva e imite conductas cotidianas que le ayuden a enfrentar su ansiedad y a mejorar sus técnicas comunicativas,
Por último, mencionó que la situación por la que se atraviesa a nivel mundial de la cuarentena por el Covid-19, es algo a los que ellos se enfrentan de manera cotidiana, pues los lugares en la ciudad en donde una persona autista pueda desenvolverse, realizar actividad física o bien hacer actividades recreativas, son muy limitadas, pues son gente que no soportan grandes cantidades de ruido y movimiento, por lo que ellos viven en una cuarentena constante al tener pocas opciones a donde salir como familia en donde su hijo pueda estar de manera tranquila.
Asimismo, señaló que existen un grupo de madres de familia en donde intercambian información y se aconsejan para saber lidiar con una realidad que muchos padres tardan y batallan en comprender llamado ‘Familia Azul’ pues es algo para el que como ser padre, nadie está preparado para afrontar, por lo que extiende un llamado a los padre de familia a que si notan conductas fuera de lo común en sus hijos acudan con personal médico especializado y no se deje engañar por gente que tan solo lucra con la causa y en dónde no van a encontrar mejoría alguna para sus pequeños.
