Los antibióticos, según la Organización Mundial de la Salud, son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. Los cuales son muy útiles para este tipo de situaciones, el problema es que su uso injustificado puede traer más problemas de los que creemos, es por ello que actualmente se requiere una receta médica para poder comprarlos en una farmacia.
Un boletín de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) en 2018 detalla que en condiciones habituales (dosis adecuada, intervalo, tiempo de tratamiento), la utilización de estos medicamentos han contribuido significativamente a mejorar la calidad de vida.
Problema con los antibióticos
Como ya se explicó anteriormente, los antibióticos son muy útiles para prevenir y tratar infecciones bacterianas. El problema es que las bacterias comienzan a volverse resistentes a estos remedios lo que las haría más complicadas de tratar.
“La resistencia a los antibióticos hace que se incrementen los costos médicos, que se prolonguen las estancias hospitalarias y que aumente la mortalidad […] Si no se toman medidas urgentes, el mundo está abocado a una era post-antibióticos en la que muchas infecciones comunes y lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales”-OMS.
Antibióticos en México
En México, antes del año 2010, eran ingeridos antibióticos como parte de una costumbre muy arraigada, la cual ‘recomendaba’ este medicamento para casi cualquier enfermedad. Luego del 2010 esto cambió y las autoridades sanitarias prohibieron la venta de estos medicamentos sin la receta expedida por un médico autorizado.
En ese año se buscaba combatir un problema sanitario grave, ya que según cifras del Ministerio de Salud, cerca de 60% de los mexicanos habían desarrollado resistencia al efecto de los antibióticos, lo cual los hacía vulnerables a padecimientos gastrointestinales y respiratorios.
Como controlar este problema
La OMS detalla una serie de puntos que puede ayudar a que la población en general prevenga y controle la propagación de la resistencia a los antibióticos, entre los que están:
- Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional de la salud certificado.
- No pedir antibióticos si el doctor dice que no son necesarios.
- Seguir siempre las instrucciones con respecto al uso de los antibióticos.
- No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.
- Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.