Gregg Garfield enfermó de Covid-19 tras regresar a California de un viaje a Italia los primeros meses de la pandemia, en febrero, precisamente.
Consecuencia de la enfermedad respiratoria, Garfield tuvo que ser hospitalizado en el Centro Médico Providence St. Joseph en Burbank, donde un respirador lo mantuvo con vida durante 31 días, en los cuáles desarrolló otras complicaciones.
Según su reporte médico, Gregg padeció de insuficiencia renal, insuficiencia hepática, sepsis, una embolia pulmonar, estadillo de pulmones, así como la cepa bacteriana Staphylococcus Aureus Resistente a la Meticilina (MRSA).
Asimismo, todos los dedos de su mano derecho y la mayoría de la izquierda, tuvieron que ser amputado pues el virus afectó de manera severa su flujo sanguíneo, por lo que esa fue la única alternativa.
El médico del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, David Kulber, explicó que el Covid-19 suele afectar el torrente sanguíneo endovascular y como consecuencia el flujo sanguíneo, lo que puede ocasionar hasta derrames cerebrales.
Debido a todas las condiciones por las que pasó Gregg, durante más de 60 días, el personal médico de la clínica en la que se internó dijo que tenía solo 1 por ciento de posibilidades de sobrevivir y eso terminó sucediendo a principios de mayo.
En entrevista para el medio KTLA, Garfield mandó un mensaje para todos para que se cuiden del Covid-19: “Mis manos nunca serán las mismas. Ya no tengo dedos. Esto te puede pasar a ti”.
La hospitalización y procedimientos para el hombre de 54 años significan un gasto de dos millones de dólares, pero el seguro le ayudará a cubrir la mayoría, a excepción de la prótesis que obtendrá tras la reconstrucción de parte de sus dedos.