Torreón, Coahuila. - La diabetes mellitus se extiende con una velocidad impresionante, tanto que sólo en Torreón diariamente se diagnostican un promedio de cuatro nuevos casos de esta enfermedad, clasificada como un problema de salud pública mundial, que además está asociada con una serie de trastornos que pueden llegar a afectar de manera muy sensible la calidad de vida de quienes la padecen e incluso a desencadenar un desenlace fatal.
El avance de la enfermedad en tales términos, por lo menos en lo que a casos con diagnóstico clínico se refiere, genera gran preocupación en los datos estadísticos que registra la Secretaría de Salud dentro del área de influencia de la Jurisdicción Sanitaria VI, y que además de Torreón incluye a los vecinos municipios de Matamoros y Viesca.
Al respecto, la doctora Maura Huerta, responsable del programa crónico degenerativo de dicha Jurisdicción, explica que es muy importante saber que el contar con antecedentes heredo-familiares con diabetes, es decir que alguien de la línea paterna o materna tenga esa patología aumenta la probabilidad de obtenerla.
Señaló que hay una serie de síntomas muy comunes, la primera es la polidipsia, que es el tener mucha sed, la segunda es la poliuria, orinar muy frecuentemente o por las noches, y la polifagia, que es tener mucho apetito y que a pesar de comer bastante se pierde peso.
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La doctora Huerta expuso que “esta triada de síntomas nos va a obligar a pensar, con alta posibilidad, que se trata de una persona que está desarrollando diabetes”, por eso se exhorta a la población a realizarse los exámenes correspondientes en ayunas, para así poder cuantificar los niveles de glucosa que circulan en la sangre.
Cuando se hace el diagnóstico de forma oportuna y temprana, se tiene la posibilidad de ofertarle al paciente que, si modifica sus hábitos de alimentación y quita el sedentarismo, puede tener más rápido el control sobre su enfermedad, y sobre todo prevenir las complicaciones, como la retinopatía diabética, la nefropatía diabética y la neuropatía diabética.
Además, dio a conocer que la Secretaría de Salud de Coahuila tiene alrededor de cuatro mil 500 pacientes reunidos en la estrategia “Grupo de Ayuda Mutua”, que es de alguna manera llevar el control de las personas que tienen diabetes, hipertensión y problemas de dislipidemia, o sea, los pacientes crónico degenerativos.
Sentencia de muerte
A Graciela Rivera de 40 años, le diagnosticaron diabetes tipo 2 hace cuatro años y explica que para ella fue un gran impacto, al grado de pensar que su vida había terminado, “cuando me dijeron que tenía diabetes lo sentí como una sentencia de muerte”.
Ha pasado por diversos momentos duros, uno de ellos fue hace más de un año, pues Graciela, a pesar de tomar su medicamento señalado, por no tener buena alimentación ni realizar actividad física, comenzó a ver borroso, tener dolores fuertes en la cabeza y resequedad en los dedos de los pies.
El doctor le tuvo que recetar insulina, pues el medicamento ya no era suficiente para controlarle la diabetes, “ese momento fue cuando volví a caer en depresión, me aterraba el tener que inyectarme pero si no lo hacía, el doctor me dijo que en medio año me podían cortar los pies o podía quedar ciega”, comentó Graciela.
“Todo eso me llevó a entender que la diabetes no te lleva a grandes consecuencias, sino que estas se dan por no cuidarse y alimentarse bien”, actualmente Graciela se inyecta insulina por la mañana y por la noche, además de tomar el medicamento indicado, manifestó que la diabetes le ha cambiado la vida pero trata de tener un buen manejo.
Otra de las víctimas de esta enfermedad es Violeta Soto de 48 años, ella tiene 10 años con la diabetes y señala que su mayor preocupación fue el tener que medicarse de por vida, “yo me canso de tanta pastilla”, señaló.
Para ella el tener diabetes es sentir el cuerpo cansado todos los días, no tener energía y no poder comer todo lo que se le antoje, “mi vida antes era normal, podía comer lo que yo quería y ahora no, tuve que cambiar todos mis hábitos”.
Después de que le diagnosticaron diabetes, Violeta empezó a disminuir las grasas en su alimentación, incluir más frutas y verduras en su dieta, hacer ejercicio, caminar cuando tiene que trasladarse, aunque a veces si come dulces y chocolates.
Algo que Violeta ha notado en esos años con diabetes es que sufre constantemente de infecciones vaginales y demasiada resequedad en la piel, pero ha entendido que “hay que prevenir a los demás, porque la diabetes se puede prevenir”.
Básicamente su prevención consiste en el cambio de vida, sobre todo tener sana alimentación y realizar actividad física constantemente
Doctora Maura Huerta, responsable del programa crónico degenerativo de la Jurisdicción Sanitaria VI
