Una manera de levantar el ánimo que muchas personas tienen es la de comer algo dulce, ya que según se cree, el azúcar nos hace más felices. La realidad es que esto es falso y el consumo en exceso de este alimento podría estar dañando gravemente tu salud.
Muchos decidimos comer una barra de chocolate o algo dulce en general para pasar la tarde, como una forma de relajación o esparcimiento. Sin embargo, vamos a tener que pensar bien esta estrategia, ya que una nueva investigación arrojó que consumir bocadillos azucarados no mejora el estado de ánimo, y hasta nos hace sentir peor.
Científicos de Alemania y Reino Unido analizaron datos de 31 investigaciones previas, en la que participaron más de 1300 adultos, para evaluar los efectos del azúcar en el estado de ánimo como la ira, alerta, depresión o fatiga. Mientras que los efectos psicológicos demuestran algunas mejoras, los resultados adversos también están presentes.
No obstante, al combinar los resultados de varios análisis, los investigadores concluyeron que las golosinas no tienen un efecto positivo en el estado de ánimo, independientemente de la cantidad que se consuma. De hecho, las personas tendían a sentirse más cansadas y menos alerta en la primer hora posterior al consumo.
“La idea de que el azúcar puede mejorar el estado de ánimo ha tenido una gran influencia en la cultura popular, tanto que las personas de todo el mundo consumen bebidas azucaradas para estar más alerta o combatir la fatiga. Nuestros hallazgos indican muy claramente que tales afirmaciones no están fundamentadas; en todo caso, el azúcar probablemente te hará sentir peor”, afirmó el autor principal, el Dr. Konstantinos Mantantzis, de la Universidad Humboldt de Berlín.
Un informe publicado el año pasado en la Encuesta Nacional de Dieta y Nutrición de Inglaterra, encontró que muchas personas están excediendo la cantidad recomendada de azúcar por día. Según el estudio, este alimento representa el 13.5 por ciento de la ingesta diaria en niños de 4 a 10 años; en adolecentes es el 14.1 por ciento, casi tres veces más de la dosis recomendada. Los principales culpables para todas las edades fueron los refrescos, los cereales azucarados, los dulces y el chocolate.
La recomendación oficial del gobierno es limitar el consumo de azúcar a no más del 5 por ciento: alrededor de 30 g o siete cubos de azúcar por día para adultos, 25 g para niños de 11 a 16 años y 20 g para niños de cinco a once años.
“Esperamos que nuestros hallazgos ayuden en gran medida a disipar el mito de la ‘fiebre del azúcar’ e informar sobre las políticas de salud pública para reducir el consumo de azúcar”, declaró la coautora, la profesora Elizabeth Maylor, de la Universidad de Warwick.