Las mujeres asesinas en serie son letales dentro de un propio y único camino, ya que sus crímenes se diferencian notablemente de los cometidos por los hombres, de acuerdo con un estudio publicado en The Journal of Forensic Psychiatry & Psychology. El trabajo de investigación revela que, generalmente, las mujeres implicadas asesinaron a personas que conocían, mientras que los hombres son más propensos a matar a extraños.
Además, el estudio señala que las asesinas femeninas fueron motivadas a realizar el crimen por el dinero, utilizando el veneno como su método favorito, mientras que los hombres se inclinaban por el estrangulamiento, apuñalamiento o uso de armas.
El primer artículo académico sobre las asesinas en serie se remonta al año de 1985, del criminólogo Eric Hickey. La escasez de investigación sobre este grupo demográfico se debía a la errónea suposición de que las mujeres eran incapaces de la depravación necesaria para crímenes tan horribles como para convertirse en asesinas en serie. “No hay mujeres asesinas en serie”, decían entonces.
Es cierto que los casos más conocidos de los asesinos en serie se relacionan principalmente con hombres, sin embargo, hay mujeres que han cometidos múltiples asesinatos, por motivos bastante crudos y retorcidos. Estas son las mujeres asesinas más famosas de la historia:
ELIZABETH BÁTHORY
Ella es la asesina en serie más prolífica que haya existido. Esta condesa húngara asesinó y torturó alrededor de 650 mujeres, principalmente adolescentes, entre 1585 y 1610 a las que masacraba en su castillo de Cachtice, la actual Eslovaquia. Adquirió el apodo de la “condesa sangrienta” ya que existe un rumor acerca de su afición a bañarse en la sangre de sus víctimas, puesto que creía que le ayudaba a mantener la juventud, dándole un aspecto más juvenil a su piel gracias a la “esencia vital” de las jóvenes a las que destruía.
AILEEN WUORNOS
Fue responsable de la muerte de siete hombres en Florida entre 1989 y 1990, todos fueron asesinados a quemarropa. Wuornos le confesó a la policía haber sido violada por todos esos hombres mientras trabajaba como prostituta. A pesar de ello, fue condenada a muerte por seis de los siete casos y falleció el 9 de octubre de 2002 tras una inyección letal. En 2003, se estrenó una película sobre su vida, titulada ‘Monster’, dirigida por Patty Jenkins y protagonizada por Charlize Theron, cuya actuación le otorgó el Premio Óscar a la Mejor Actriz.
JANE TOPPAN
La misión de esta asesina en serie estadounidense era "haber matado a más gente que cualquier otro hombre o mujer que haya existido". Confesó alrededor de 31 asesinatos cuando fue arrestada en 1901, aunque se sospecha que pudo ser la autora de muchas más muertes. Fue declarada no culpable, diagnosticándole demencia. Fue una enfermera que disfrutada experimentar con los pacientes haciendo uso de la morfina y atropina, administrándoles dosis letales para ver como morían.
BELLE SORENSON GUNNESS
También conocida como “Lady Barbazul”, llegó a Estados Unidos desde Noruega y contrajo matrimonio con un compañero inmigrante noruego con el que tuvo varios hijos. Su esposo regentaba una tienda de dulces que en 1900 se incendió misteriosamente y falleció. A pesar de las sospechas, Belle Gunness cobró múltiples pagos de pólizas de seguro que le permitieron comprar una granja en La Porte, Indiana. Se volvió a casar y a los pocos meses enviudó nuevamente: una picadora de carne se le había caído en la cabeza. Recibió otra vez el pago del seguro. Empezó entonces a colocar anuncios en los periódicos en busca de un tercer marido. Varios pretendientes se acercaron a la granja, aunque solo uno logró salir con vida. Se le atribuyen más de 60 crímenes. Falleció el 28 de abril de 1908.
JUDY BUENOANO
Conocida como la “Viuda negra”, asesinó a su marido con arsénico, y también ahogó a su hijo, que estaba parcialmente paralizado. Además, intentó matar a una tercera víctima, su novio John Gentry, empleando una bomba. ¿Por qué? El económico. Quería cobrar el seguro de vida. Fue ejecutada en la silla eléctrica en 1998, siendo la primera vez que se utilizaba este método en mujeres desde 1957.
