Cuando se habla de igualdad de oportunidades en el deporte, las mujeres son las primeras en alzar la mano. Pues durante años han luchado por conseguir oportunidades que les permitan desarrollarse tanto en el ámbito personal como profesional. Y a pesar de que el camino no ha sido fácil de recorrer, en la historia aparecen los nombres de todas aquellas que impulsaron un cambio significativo.
Tal es el caso de Virginia Tovar Díaz (6 de mayo de1968), la primera mujer en dirigir un partido de Primera División en el futbol mexicano y quien desde pequeña mostró su interés por el deporte, pero terminó por enamorarse del balompié al ser parte de la etapa que vivió su hermano en las fuerzas básicas del Atlas.
Mejor conocida como “Vicky”, la jalisciense decidió demostrar que tenía las capacidades pero, sobre todo, las agallas para dirigir un partido de futbol. Por lo que decidió tomar, primero, un curso para entrenadoras donde Arturo Yamasaki (1929-2013), un árbitro peruano, era el encargado de impartir las reglas de este deporte.
Tras lo anterior, el mismo Yamasaki le propuso a Virginia tomar un curso de arbitraje, sin imaginar que años más tarde recibiría la oportunidad de su vida: pitar en un partido oficial de Primera División, algo que colocaría su nombre en la historia pues ninguna otra mujer había logrado en el país esa hazaña. Pero antes, obtuvo el gafete de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) que la llevó al Mundial de Futbol Femenil en 1999.
Se llegó el día. A los 35 años Vicky estaba lista para ver acción en el partido que se iba a disputar entre Irapuato y Tigres, aunque la ilusión le duró muy poco ya que la directiva de los ‘felinos’ no estuvo de acuerdo con que una mujer pitara el encuentro. Sin embargo, esto no fue impedimento para que, jornadas después, Yamasaki le diera otra buena noticia: “ahora sí vas a debutar. Va a ser un Irapuato vs América’.
En los medios de comunicación la noticia trascendió. Frases como “El medio futbolístico apoya la designación” y “Su actuación marcará un hito histórico en el arbitraje”, acompañaron las portadas; mientras que los protagonistas del partido, entre ellos Leo Beenhakker, entonces entrenador de los azulcremas, respondió: “No se está hablando de un hombre o de una mujer, ese no es el tema, sino de un árbitro que está capacitado para estar ahí y por eso su designación”.
El 22 de febrero del 2004, cientos de aficionados llegaron al estadio Sergio León Chávez a las 14:00 horas para ver el partido entre Irapuato y América, que correspondía a la fecha seis del Campeonato Clausura 2004. Virginia Tovar tomó las riendas como juez central, mientras que por las bandas le acompañaban Héctor Delgadillo y Jorge Dávila, según lo acordado por la Comisión de Arbitraje.
Los hinchas fueron testigos de la forma en que Virginia Tovar dio el silbatazo inicial, sacó seis tarjetas amarillas, dos rojas y marcó un penal en el partido que ganó Irapuato 2-1 ante el América. Aunque no todo fue positivo, pues a pesar de recibir flores por parte de Pavel Pardo, Vicky tuvo que lidiar con un comentario que surgió con el calor del duelo y llegó a sus oídos: Cuauhtémoc Blanco la mandó a lavar los platos.
A pesar de la meta que cumplió, la árbitra aún tuvo que lidiar con la discriminación y el machismo de la época. Y en una entrevista, narró uno de los momentos más incómodos en su carrera: “Para machismo, mi tercer juego: Pachuca contra Santos. Fui a dar el volado con los dos capitanes, mis asistentes y el cuarto oficial. Apenas iba a echar el volado cuando dicen ‘Para que mandan viejas si no tienen capacidad’. Yo no dije nada, dije usted escoge la cancha, usted el saque inicial y vámonos. Sí, fue Borgetti”.
La situación se complicó más para Tovar cuando Aarón Padilla llegó a la Comisión de Arbitraje, ya que representó un impedimento para seguir desarrollando su profesión porque dejó de tener las mismas oportunidades: “A Padilla le dije que me diera un partido para retirarme y dijo ‘es que no se puede’. Por mí no hay problema, creo que Vicky no hizo nada por el arbitraje, ni dejó huella. Deme uno de tercera, pero yo ya me quiero retirar, ya estoy harta, ya no los aguanto”.
Con cuatro partidos dirigidos en primera división (Irapuato-América, Querétaro-Necaxa, Pachuca-Santos y Jaguares-Veracruz), dos finales de Copa Oro Femenil y dos mundiales, Virginia Tovar Díaz decidió retirarse en el 2008 a los 40 años de edad y con 13 años de trayectoria profesional: “Yo abrí camino, pero el machismo me lo cerró”.
