Torreón, Coahuila. – Bien dicen que el juego sucede dos veces: en la cancha y en la mente del público. En La Laguna, la emoción de vivir una semifinal en la liguilla del futbol mexicano es incomparable. Niños, niñas, jóvenes y adultos, todos estaban listos para presenciar el primero de dos duelos entre los Guerreros del Santos Laguna y el conjunto de Puebla, en esta ocasión en el Territorio Santos Modelo (TSM).
Las banderas verdiblancas ondeaban desde lo más alto del recinto. Minutos antes del partido, el ambiente se envolvió entre humo verde mientras ambos conjuntos se preparaban para que el arbitro central, Marco Antonio Ortiz Nava, diera el silbatazo inicial y fue en punto de las 21:09 horas cuando comenzaron los primeros 90 minutos de este encuentro.
No pasó ni un minuto cuando cayó el primer tanto de la noche. Eduardo “el Mudo” Aguirre apareció en el área para rematar con la cabeza y hacer gritar con euforia a los hinchas, quienes apenas se estaban acomodando en sus butacas y afinando gargantas para entonar el “Dale Guerrero”. Pero esto apenas empezaba y el mismo Guillermo Almada, estratega de los albiverdes, lo tenía presente pues se mostraba impaciente desde el banquillo dando órdenes a los suyos.
El rival estaba anulado en la cancha. Entre la presión del público y la intensidad con la que estaba jugando Santos Laguna, los de la Franja estaban desorientados. Bastaba un simple toque al balón de los camoteros para que los aficionados comenzaran a lanzar abucheos y uno que otro comentario despectivo, mientras que el técnico Nicolás Larcamón caminaba de un lado a otro analizando a su equipo y bebiendo agua de forma constante.
Fue hasta el minuto 24, luego de una serie de rebotes en el área, que el Puebla encajó el gol para el empate por conducto de Maximiliano Araujo pero el festejo fue en vano, pues el tanto se anuló tras revisarse en el VAR. Esta acción le costó al juez central una serie de aplausos por parte de la fanaticada, quizás los únicos de la noche mientras no pitara algo en contra de la escuadra local.
La pasión y la entrega desbordaban por cada rincón del Estadio Corona: la afición estaba concentrada en el partido. A modo de respuesta, “el Mudo” habló firmando su doblete, al aprovechar un pase de Ayrton Preciado para después picar el esférico y mandar el balón al fondo de las redes de Antony Silva.
La confianza era tal, que la tradicional ola se hizo presente entre el público. “Santos, Santos”, se escuchaba una y otra vez. Mientras que los seguidores de la Franja permanecían quietos en ocasiones y en espera de que su equipo lograra revertir la situación o, al menos, encajar un gol. Tal era la intensidad, que en un momento los jugadores de ambos conjuntos comenzaron a discutir y el árbitro tuvo que intervenir mostrando tarjeta amarilla a Israel Reyes y Javier Salas, de los camoteros.
En la segunda mitad, sucedió. No conforme con el resultado, Ayrton Preciado firmó el tercer gol para Santos Laguna con un balón que le quedó frente a la meta del visitante. La pizarra ya marcaba tres por cero y el tiempo terminaba, mientras que por los altavoces del estadio se le pedía a la afición quedarse en sus lugares para mantener un orden y evitar aglomeraciones.
Sin más acciones destacadas y con la ventaja asegurada para el partido de vuelta, los Guerreros se despidieron de su jugador número 12 entre aplausos y gritos de alegría, agradeciendo que nunca dejaron de alentar, pues a pesar de saber que aún quedan 90 minutos por disputar mantiene viva la esperanza de avanzar a la gran final y concretar todo lo conseguido en el torneo Clausura 2021.
